Un fuerte sismo, de magnitud 5,8 grados en la escala Richter, sacudió la noche del viernes a Lima aparentemente sin provocar daños, aunque si causó susto entre la población que ganó las calles.
El sismo, que no generó una alerta de tsunami, tuvo su epicentro a 79 kilómetros al suroeste de Lima, en la localidad de Chilca, a una profundidad de 35 km, informó el Instituto Geofísico de Perú.
Los primeros reportes de las autoridades descartaron víctimas y daños materiales.
El sacudón se produjo a las 19:18 locales (00:18 GMT) en momentos de gran concurrencia de gente en las calles, la mayoría de las cuales abandonaba sus centros de labores.
Las líneas telefónicas se congestionaron y dejaron de funcionar durante algunos minutos lo que provocó que la población optara por comunicarse por las redes sociales Twitter y Facebook, debido a que el internet siguió funcionando.
Los movimientos sísmicos en Perú son frecuentes porque el país se ubica en el denominado Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las regiones donde se registra aproximadamente el 85% de la actividad sísmica mundial, según la Defensa Civil peruana.
Perú es sacudido en promedio por más de un centenar de sismos al año, la mayoría de los cuales fluctúan no supera los seis grados una intensidad a partir de la que se peuden producir daños materiales.