, una pequeña cuidad ubicada en el centro de
, está conmocionada por la noticia:
para hacerle análisis de sangre.
El objetivo es hacer pruebas para ver si contrajeron algún virus que se contagia a través de la sangre, como el HIV y Hepatitis B y C.
El escandaloso proceder de Desmond D'Mello salió a la luz en agosto de 2013, cuando se conoció la muerte de Amy Duffield, de sólo 23 años. La joven, que se había atendido diez días antes con el odontólogo, falleció por una extraña infección.
El caso despertó inquietudes sobre la profesionalidad de D'Mello. Constatando filmaciones y testimonios de otros pacientes, se verificó que habitualmente trabajaba sin lavarse las manos, ni cambiarse los guantes, y más peligroso aún, sin higienizar las herramientas con las que operaba sobre la boca de las personas.
Entre los potenciales contagiados hay cerca de 5.000 niños y bebés.
Preventivamente, el dentista fue suspendido y, desde entonces, no puede ejercer. Ahora, tras meses de investigación, se tomó la decisión de hacer estudios a todos los pacientes.
Por el momento, no se levantaron cargos contra D'Mello. "Los detectives están trabajando para establecer si hay nexos entre la muerte de Duffield y el tratamiento que recibió", dijo un portavoz de la policía de Nottingham.