Cansado de los "conflictos continuos", se fue el rector del Carlos Pellegrini

Marcelo Roitbarg presentó su renuncia anticipada. Lo expuso en una carta que publicó en la web del colegio. Hay polémica por la sucesión en la escuela de la UBA

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El rector de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini de la UBA, Marcelo Roitbarg, renunció ayer a su cargo "por razones personales" y dejará el lugar el 1ro. de marzo. Así lo expresó él mismo en una carta que publicó en la web del colegio. Asimismo, manifestaron que "comenzó el lento proceso eleccionario" para definir quién lo sucederá al frente del colegio preuniverstario.

En octubre pasado el rector tuvo diferencias con una agrupación estudiantil kirchnerista que le reclamó la eliminación del examen de ingreso a esa escuela, que depende de la UBA, que define el sistema de acceso y los planes de estudios.

En ese momento sostuvo que esos alumnos "son adolescentes que piden cualquier cosa para diferenciarse" en las elecciones del centro de estudiantes.

"Me han deteriorado los conflictos continuos, la falta de consensos internos, los enfrentamientos estériles sin motivo alguno...", sostiene Roitbarg en una parte de su carta.

El rector asumió en 2011 tras diversas crisis instititucionales que afrontaron los rectores Juan Carlos Viegas, que estuvo en 2007 y renunció, al que le sucedió Héctor Pastorino (2007-2010) y luego Jorge Fornasari (2011), quien también dimitió.

Los estudiantes y docentes tampoco sostuvieron las gestiones de Raúl Juarez Roca (2011), quien fue destituido, Claudia Plonczyk (2011), en calidad de interina, y más tarde Roitbarg.

Ahora, hasta el 21 de noviembre hay tiempo para que los candidatos presenten su postulación, y la terna final podría quedar conformada a principios de diciembre. Una vez que se conforme esa terna, el Consejo Superior de la UBA definirá quién es el nuevo rector.

 Nicolás Stulberg 162
Nicolás Stulberg 162

El texto de la carta publicada en la web del colegio:

A LA COMUNIDAD EDUCATIVA DE LA ESCUELA: RENUNCIA ANTICIPADA

11 de noviembre de 2014

Un par de semanas atrás, en el transcurso de una reunión con el Secretario de Escuelas Medias de la Universidad, éste me hizo saber la intención del Rectorado de unificar los mandatos de los Rectores del Colegio Nacional de Buenos Aires y de la Escuela "Carlos Pellegrini".

Cuando yo fui designado, el 13 de julio de 2011, por cuatro años, la Escuela estaba sumida en una situación de profundo conflicto desde hacía varios meses. El Rector Fornasari, al igual que el Rector del CNBA, había sido designado a fines del año 2010 y asumido sus funciones en febrero de 2011. En aquel momento, la Universidad había logrado unificar los mandatos de los Rectores de ambas Escuelas. No me resultó extraño, entonces, que ahora se pensara hacer lo mismo.

Un argumento más del Secretario de Educación Media, a favor de la medida que impulsaba el Rectorado, fue que, desde el punto de vista pedagógico, resultaba deseable que el ciclo educativo 2015 comenzara con los Rectores de las Escuelas ya designados.

Dado que yo tenía mandato hasta el 13 de julio de 2015, para posibilitar la mencionada unificación de mandatos, resultaba necesario que yo prestara conformidad y, en consecuencia, presentara mi renuncia a partir del 1° de marzo próximo. Así lo hice, convencido de que mi acción iba a ser beneficiosa para la Escuela.

Aquí, necesariamente, debo hacer una digresión, que permitirá entender mejor el fundamento de mi decisión.

Cuando yo me postulé al cargo de Rector en 2011, luego de un intento fallido en 2007, mi principal apoyo fueron los padres, muy preocupados por la situación de la Escuela, cansados de los enfrentamientos, hastiados de la falta de clases. Fue después de muchas reuniones con distintos grupos de padres, y en gran parte por acción de ellos, que la Asociación Gremial Docente (AGD) decidió darme sus votos en el Consejo de Escuela Resolutivo (CER) para que yo pudiera ser Rector. Después fue el Consejo Superior de la UBA, a propuesta del entonces Rector Hallú, quien efectuó la designación.

A poco de andar, la representación de AGD en el Consejo de Escuela Resolutivo, me quitó su apoyo en el transcurso de una reunión de dicho Cuerpo, fundamentando su decisión en que yo, con mis acciones, contradecía el proyecto de Escuela.

La mayoría es siempre silenciosa y su respaldo no llega en forma orgánica, sino a través de gestos de aprobación vía correo electrónico, llamadas telefónicas, encuentros casuales en la calle, algunas reuniones. Con esas señales de apoyo, el respaldo de algunos colaboradores directos y mi firme voluntad de cumplir el proyecto pedagógico que en su momento presenté, seguí adelante durante estos tres años y medio.

Luego de esta aclaración, debo decir que recién ayer llegó formalmente a la Escuela la Resolución del Rector de la UBA que me encomienda convocar a postulantes al cargo de Rector y me solicita fijar la fecha de la reunión especial del CER que votará una terna de candidatos a ser luego elevada a la Universidad.

Una vez conocida tal decisión, es oportuno el momento para dirigirme a la Comunidad Educativa de la Escuela.

Siempre lo he dicho y lo mantengo: estoy muy orgulloso de ser el Rector de la Escuela Superior de Comercio "Carlos Pellegrini", pero, a la par, estoy muy cansado. Me han deteriorado los conflictos continuos, la falta de consensos internos, los enfrentamientos estériles sin motivo alguno, el protagonismo de los gremios docentes en temas de neto corte pedagógico, las mayorías automáticas en el CER, el obstruccionismo constante a cualquier proyecto orientado a revisar el Plan de Estudios, la hipocresía que supone, por un lado afirmar que somos una "escuela piloto", y por otro poner trabas a cualquier cambio que se quiera implementar. En fin, estoy hastiado de oír hablar de la defensa de un "proyecto de Escuela" que no está escrito, que es cuasi esotérico y que sólo puede ser interpretado por "iniciados", casualmente los mismos que, al amparo de tal proyecto, han logrado posicionamientos de poder y beneficios que no están dispuestos a perder.

Con mi renuncia anticipada tengo sentimientos encontrados: por un lado, cierto pesar, porque no me da tiempo de culminar mi mandato en forma natural y sin apresuramientos; por otro, una sensación de liberación ante una gestión que, por falta de apoyo, cada vez se me hace más difícil.

El agradecimiento de siempre y un cordial saludo.

Marcelo R. Roitbarg

Rector ESCCP