Ejecutivos en hoteles de lujo, blanco de piratas informáticos

Darkhotel es el nombre de la operación que se encarga de robar información sensible de empresarios cuando estos se conectan a las redes Wi-Fi de hoteles durante sus viajes

Un estudio de Kaspersky Lab aseguró que el ataque, llamado Darkhotel, "vagó por las sombras durante al menos cuatro años mientras robaba información sensible de ejecutivos de grandes empresas que viajaban al extranjero".

"Nuestras observaciones indican que el mayor volumen de ataques a redes de hoteles comenzó en agosto de 2010 y continuó a lo largo de 2013, pero estamos investigando algunos incidentes que vimos en 2014", dijo la empresa.

Kaspersky dijo que alrededor del 90% de los ataques parecen estar localizados en Japón, Taiwán, China, Rusia y Corea del Sur, pero también incluye a empresarios que viajaron desde los Estados Unidos y otros países.

"Los afectados se cuentan por millares", subrayó el informe.

"Los objetivos más interesantes eran aquellos de las más grandes compañías que viajaban desde los Estados Unidos y Asia para hacer negocios e invertir en la región (Asia-Pacífico)".

Los piratas informáticos eran capaces de comprometer las redes Wi-Fi de los hoteles y, desde ahí, hacer que los ejecutivos se descargaran archivos maliciosos a sus computadoras para acceder a su información de forma remota.

"Estas herramientas almacenan información sobre los sistemas (...) robando contraseñas en Firefox, Chrome e Internet Explorer así como los datos de registro de Gmail, Twitter, Facebook, Yahoo! y Google, además de otra información privada", añadió.

"Las víctimas han perdido información sensible, como la propiedad intelectual de los negocios a los que representan. Tras la operación, los piratas borraron cuidadosamente sus huellas de las redes del hotel y volvieron a esconderse", dijo Kaspersky.

Kurt Baumgartner, investigador de Kaspersky, dijo que los ataques son extremadamente sofisticados.

Entre los objetivos se encuentran altos ejecutivos, directores de ventas y vicepresidentes de grandes compañías de electrónica, finanzas, del sector automovilístico y farmacéutico, entre otras. Abogados, militares y trabajadores de organismos sin ánimo de lucro también se han visto involucrados.