"Aquí somos todos iguales y no porque yo sea negro o de otro color pueden insultarme. Me gritaron varias cosas racistas y estaba en la línea escuchando todo. Ahora estoy tranquilo, pero muy molesto internamente". Emilio Rentería narró el peor momento de su carrera tras el duelo ante a O´Higgins en Rancagua. Y este lunes, recibió el apoyo de la ANFP (Asociación Nacional del Fútbol Profesional) que pidió la máxima pena al Tribunal.
"Hoy me pasó a mí y mañana le puede pasar a otros jugadores de otros equipos", añadió el goleador venezolano de San Marcos en su reflexión.
El hecho no pasó por alto para ningún organismo. Incluso los gobiernos de Chile y Venezuela repudiaron el acto discriminatorio. Los clubes involucrados lamentaron el hecho y la ANFP expresó "su más enérgico rechazo a este tipo de situaciones que atentan en contra de la dignidad de un ser humano e importan conductas que bajo ninguna circunstancia pueden ser aceptadas ni toleradas por una sociedad alguna".
Las normas de la FIFA, Conmebol y la ONU hablan de "Tolerancia Cero" al racismo y con la Copa América 2015 a la vuelta de la esquina, la asociación encabezada por Sergio Jadue quiere endurecer los castigos. En la brevedad recibirá al embajador de Venezuela, que el fin de semana solicitó una reunión de urgencia.
"Es primera vez que me pasa. De hecho, yo no creía en el racismo, porque mis compañeros siempre me han tratado muy bien. Lo que pasó no es nada bueno. Les advirtieron incluso por los parlantes del estadio", cerró Rentería con la impotencia delo sucedido.
El sitio La Tercera confirmó que el árbitro Patricio Blanca fue contundente en el informe del partido entre O'Higgins-San Marcos y dio validez al reclamo tras detallar algunas de las frases ofensivas, explicar los gestos y sonidos que realizaban los simpatizantes de O´Higgins.
La prensa recordó los episodios más tristes de racismo vividos por el fútbol chileno. Como en 2003, cuando el colombiano Faustino Asprilla fue agredido verbalmente por la barra de Colo Colo, y años más tarde, los dos casos de Rodrigo Golberg -víctima y victimario- y la discriminación del argentino Matías Manrique al ecuatoriano Giovanny Espinoza.
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