Las autoridades locales al frente de las regiones kurdas de Siria promulgaron un decreto que garantiza a las mujeres los mismos derechos de los que gozan los hombres, una iniciativa aprobada ante las narices de sus enemigos yihadistas.
Las mujeres y los hombres deben ser "iguales (...) en todos los aspectos de la vida pública y privada", proclama el texto publicado el miércoles pasado en la página en Facebook de las autoridades kurdas de la provincia de Hasaka.
Los kurdos que habitan en el noreste de Siria han logrado instaurar una suerte de autonomía desde comienzos del conflicto que sacude al país, en marzo de 2011. Promulgan sus propias reglas, que son aplicadas a todas las poblaciones -incluidos los árabes- en los tres "cantones" que integran esta región autónoma, no reconocida por el régimen de Damasco.
El decreto impone una serie de normas, como la prohibición de casarse antes de los 18 años, o contra el consentimiento de la mujer, así como las condiciones laborales y las remuneraciones, que deben ser iguales a las de los hombres, o la baja en el trabajo por maternidad, garantizada hasta el nacimiento de un tercer hijo.
También condena los "crímenes de honor", la "violencia y discriminación" contra las mujeres, y prohíbe la poligamia.
Finalmente, garantiza a las mujeres los mismos derechos que los hombres en cuestiones de herencia y para presentarse en calidad de testigo antes los tribunales. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), ONG con sede en Londres, las mujeres kurdo-sirias no recibían ninguna clase de herencia hasta ahora.
Estas medidas han sido adoptadas en pleno auge en el país del grupo yihadista Estado Islámico.
Mujeres en el ejército
La localidad siria de Kobane, que está bajo un intenso asalto del Estado Islámico está siendo defendida por las fuerzas kurdas en Siria.
Entre esos combatientes, hay miles de mujeres, un fenómeno inusual en el mundo musulmán en que la guerra se asocia normalmente con la masculinidad. En abril, la resistencia kurda creó las unidades de combate femeninas que han crecido hasta agrupar a más de diez mil mujeres. Ellas han jugado un papel importante en las batallas contra el Estado Islámico, aseguró Naser Haj Mansur, un funcionario de defensa de la región kurda en Siria.
Estas mujeres combaten a insurgentes que predican una forma extrema del islam, que dicta que ellas sólo deben salir de sus casas si es absolutamente necesario. A principios de este mes, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que controla lo que sucede en Siria, reportó que yihadistas de ISIS habían decapitado a nueve combatientes kurdos, incluyendo tres mujeres, capturados en enfrentamientos cerca de la frontera con Turquía.