Mientras las fuerzas sirias que responden al dictador Bashar al Assad intentan contener el avance del Estado Islámico en el país, la crisis interna continúa su curso. El gobierno sirio no dejó de lado los abusos y violaciones sobre los derechos de sus propios ciudadanos.
Al menos 29 civiles murieron este domingo tras ser torturados en cárceles gubernamentales en la provincia de Homs, en el centro de Siria, informó el lunes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Catorce de las víctimas eran del pueblo de Muhin, y quince, de la localidad de Huarin.
Según la ONG, al menos 1.917 personas han fallecido en las prisiones del régimen sirio desde principios de este año hasta el pasado 31 de octubre, muchos de ellos, por torturas durante su cautiverio.
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Entre esas víctimas mortales, hay, al menos, 27 menores de edad.
El Observatorio expresó su preocupación por la vida de decenas de miles de presos con paradero desconocido y sobre los más de 200 mil reclusos que tiene contabilizados en diferentes prisiones del régimen.
Más de 200 mil personas han muerto en el territorio sirio desde el inicio del conflicto en marzo de 2011, según la ONU.