Numerosos municipios de la Provincia todavía lidian con los estragos que causó el temporal de viento y lluvia que golpeó la zona en las últimas horas. Las inundaciones obligaron a evacuar a unas 1.000 personas, que de a poco intentan regresar a sus hogares.
Minutos después del mediodía, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, afirmó que "lo peor" ya pasó. "Queremos llevar tranquilidad. Estamos abocados ahora a la atención de los damnificados para que vuelvan a sus casas, y a la recuperación de las pérdidas", dijo en una conferencia de prensa en la que lo acompañaron funcionarios de su gabinete.
El mandatario anunció una línea de créditos por 50 millones para pequeños comerciantes y vecinos afectados. Tendrá una tasa fija anual de 15,5%, con un plazo de cinco años, y estará destinada a revertir los daños materiales. Los préstamos estarán disponibles a partir del lunes.
Las autoridades esperan que en las próximas horas el volumen de agua "termine de escurrir en el Río de la Plata, lo que terminaría de mejorar la situación", con el fin de permitir el regreso de evacuados, precisó Scioli.
En Luján, la crecida del río amenazaba una vez más la Basílica, donde volvió a entrar agua en la cripta.
En las primeras horas de la tarde, el agua ya tapaba el Museo Colonial. El registro de 5,32 metros que tuvo el río fue el pico máximo de lo que se esperaba, por lo que los bomberos de la zona estimaron que ya no subiría más.
Mientras, los vecinos se reunían para paliar los problemas y pasaban por los centros de ayuda, donde se recibían donaciones. Muchos manifestaban su temor por posibles hechos de inseguridad en las zonas que permanezcan sin luz cuando caiga la noche.