Los yihadistas del grupo Estado Islámico (ISIS) ejecutaron y crucificaron a un hombre en el norte de Siria, al que acusaron de haber filmado instalaciones suyas, indicó este sábado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Ocurrió en la localidad de Al Bab, en la provincia de Alepo.
El cadáver fue luego atado a una cruz metálica, con un cartel al cuello que decía: "Abdul Al Bushi. Delito: filmar el cuartel general del Estado Islámico por 500 liras turcas (222 dólares) por video. Veredicto: ejecución y crucifixión durante tres días".
El ISIS ha ejecutado a numerosas personas acusadas de espiar o desviarse de su visión extremista del Islam.
El jefe del Comité de Seguridad del Consejo de la provincia de Nínive, de la que Mosul es su capital, Ibrahim Mohamed al Bayati, explicó que desde el pasado martes el ISIS sólo permite salir a los vecinos durante diez días.
Aquellos que quieren abandonar la ciudad, en manos de los yihadistas desde el pasado 10 de junio, deben contar con el aval de una persona que garantice su retorno en ese plazo.
También se les exige el depósito de una fianza de alrededor de 10 millones de dinares iraquíes, equivalentes a 8.600 dólares, para asegurar su regreso.
Para cumplir con esta disposición, los yihadistas han intensificado sus puestos de control en los accesos y salidas de Mosul, especialmente en la carretera que conduce a la ciudad de Kirkuk, ubicada a unos 150 kilómetros al sur.
Las restricciones se aplican especialmente a los jóvenes, por temor a que se unan a las tropas y fuerzas de seguridad, según Al Bayati, que como la mayoría de los responsables locales del Gobierno iraquí reside en una aldea a las afueras de Mosul desde junio pasado.
Los extremistas ya impidieron hace días a cientos de estudiantes y sus familias abandonar Mosul, cuando se dirigían a Kirkuk para realizar la segunda fase oficial de los exámenes.
Las cortes religiosas, establecidas por el ISIS, comenzaron a imponer varias decisiones y normas, después de cancelar las leyes del Gobierno que regían en la zona. Una de las primeras normativas fue ordenar el retorno de los funcionarios a sus trabajos y también el de los profesores y médicos.
El ISIS amenazó con confiscar los bienes de todo aquel que infrinja sus decisiones y leyes, que también prohíben el tabaco, el alcohol y establecen normas de vestimenta.
En junio pasado, los extremistas lanzaron una ofensiva y se hicieron con el control de extensas zonas del norte de Irak, al tiempo que proclamaron un califato en este país y en la vecina Siria.