A menos de dos semanas del ballottage en Brasil, la campaña electoral cada vez toma mayor temperatura y los comicios del próximo 26 de octubre se vislumbran muy reñidos. Por eso, cada voto es crucial tanto para la presidente Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores, y Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña.
Según datos aportados por Datafolha e Ibope, los indecisos se ubican en el seis y cuatro por ciento, respectivamente. Mientras que los votos blancos o nulos giran en torno al seis y siete por ciento.
Entre los indecisos, el potencial de conversión a favor del partido oficialista es el doble del que presenta el PSDB, con un 13 por ciento frente a un seis, de acuerdo a lo publicado por Folha do Sao Paulo. Este segmento está representado, en su mayoría, por el votante femenino y menos educado.
A pesar de esto, las últimas dos encuestas revelan una leve ventaja del candidato socialdemócrata, Aéco Neves, quien mantiene una diferencia de dos puntos porcentuales sobre su contrincante, la presidente Dilma Rousseff.
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Los números publicados por Datafolha e Ibope colocan al candidato opositor al frente con un 45 por ciento de la intención de voto, ante un 43 de la jefe de Estado.
Con el margen de error de dos puntos, se considera que ambos candidatos están técnicamente empatados.
Dilma Rousseff llegó al ballottage liderando la primera vuelta con 41,59 por ciento de los votos, seguida por Neves (33,55). Marina Silva, que quedó tercera (21,3 por ciento), anunció el último domingo su respaldo al PSDB.
Datafolha entrevistó a 9.081 electores en 366 ciudades. La del Ibope se realizó entre el 12 y 14 de octubre entre 3.010 votantes.