El partido de clasificación para la Eurocopa 2016 que enfrentó ayer en Belgrado a Serbia y Albania fue suspendido antes del descanso (con el marcador inicial de 0-0) por graves incidentes, por los que fue detenido Olsi Rama, hermano del primer ministro albano Edi Rama, como organizador de los hechos.
En Tirana, una fuente del entorno de Rama desmintió la detención del hermano del primer ministro en Belgrado.
El incidente, que puede comprometer la visita de Edi Rama a Serbia, el 22 de octubre, la primera en 68 años, arrancó cuando un drone que llevaba enganchada la bandera albanesa, teleguiado por Olsi Rama desde la tribuna oficial, sobrevoló el estadio en el que se disputaba el partido ante 20.000 espectadores, entre ellos el presidente serbio Tomislav Nokolic.
Este hecho provocó un estallido de protesta entre los jugadores en el césped y la furia de los hinchas serbios, que comenzaron a lanzar bengalas y objetos al terreno de juego. Algunos saltaron al campo para enfrentarse a los jugadores visitantes.
Los futbolistas de ambos equipos se enfrentaron cuando un jugador serbio alcanzó el drone y arrancó la bandera albanesa.
El árbitro, el inglés Martin Atkinson, interrumpió el partido en ese momento, cuando se habían disputado 41 minutos de juego, y minutos más tarde lo dio por suspendido definitivamente.
La bandera en cuestión representaba a la "Gran Albania", un proyecto que, según denuncia Belgrado, pretende reunir a las comunidades de origen albanés de Kosovo, Montenegro, Macedonia y sur de Serbia, además de la propia Albania.
uUEFA investigará lo sucedido/u
La UEFA anunció que su Comité de Control, ética y Disciplina investigará lo ocurrido.
Albania y Serbia mantienen relaciones conflictivas desde que Kosovo, ex provincia serbia de mayoría albanesa, proclamase unilateralmente su independencia en febrero de 2008.
Esta decisión, adoptada con el apoyo de Estados Unidos y la mayoría de países miembros de la Unión Europea, llegó después de bombardeos aéreos de la OTAN contra Serbia la primavera de 1999 para acabar con la represión serbia contra la guerrilla independentista y la población civil kosovares albanesas.
El incidente de este martes se produce a escasos días de la visita de Edi Rama a Belgrado, la primera de un primer ministro albanés en 68 años.
El proyecto de visita de Rama a Serbia se ha vuelto posible sobre todo gracias a una normalización de relaciones entre Serbia y Kosovo, que en abril de 2013 llegaron a un acuerdo en Bruselas apadrinado por la UE.
Por la noche, el gobierno de Tirana se mostró preocupado por lo ocurrido y exigió al ministerio del Interior serbio que garantice la seguridad de la expedición albanesa.
"El gobierno serbio asume la responsabilidad de la seguridad, la vida y la salud de los futbolistas y de la delegación albanesa" presente en el estadio, escribió el ministro del Interior albanés, Saimir Tahiri, en el comunicado enviado al ejecutivo serbio.
En Pristina, capital de Kosovo, cerca de 5.000 albanokosovares seguían el encuentro a través de una pantalla gigante de televisión y estallaron de júbilo tras la suspensión del partido, gritando consignas como "Gran Albania" y "Victoria".
Antes del partido, para evitar incidentes, la Federación Serbia de Fútbol (FSS) había decidido que el partido se celebrara sin la presencia de seguidores albaneses, tal como hizo antes con un partido de alto riesgo Serbia-Croacia, de calificación para el Mundial 2014.
En pleno desmantelamiento de la ex Yugoslavia, los independentistas croatas se opusieron en una guerra sangrienta de 1991 a 1995 a los serbios de Croacia, apoyados política y militarmente por Belgrado.
El capitán serbio, Branislav Ivanovic, defensa del Chelsea inglés, no disimulaba su estupefacción.
"En nombre de mi equipo, puedo decir que nosotros queríamos seguir el partido (...) pero los jugadores albaneses dijeron que no estaban en condiciones física y sicológicamente para continuar", añadió.
uLa reacción del gobierno serbio/u
Autoridades serbias calificaron de provocación los disturbios en la tribuna y los enfrentamientos en el césped que obligaron ayer a suspender un partido entre las selecciones de Albania y Serbia de fútbol y que acabaron con la detención del hermano del primer ministro de Albania.
"Todo eso da una dimensión política a lo sucedido, y esa ha sido una provocación política", denunció el ministro serbio de Exteriores, Ivica Dacic.
Este partido estaba considerado de máximo riesgo debido a la enemistad entre las dos aficiones y la tensión política entre los dos países por el conflicto de Kosovo, una antigua provincia serbia poblada mayoritariamente por albaneses étnicos que se independizó unilateralmente en 2008.
El incidente se produce justo a una semana de que Edi Rama viaje a Serbia, en la primera visita oficial de un primer ministro albanés en setenta años.