La UOM advirtió ayer que en la industria fueguina peligra uno de cada cinco puestos de trabajo. El secretario general metalúrgico de Río Grande, Oscar Martínez, confirmó que para el cierre del año llegarán a 3.000 los puestos de trabajo que se perderán en esa ciudad por la caída de ventas y la dificultad para importar insumos, a los que deberían sumarse los que se verían afectados en las fábricas de Ushuaia. Ocurre que a esos trabajadores se les vencen en el próximo mes sus contratos laborales y todo indica que no se les renovarán en el corto plazo.
Pero no es el único gremio enrolado en la CGT que lidera el metalúrgico Antonio Caló, afín al Gobierno, que mostró su preocupación por el parate de la economía local. También alerta sobre la marcha de la economía y el creciente ritmo de la inflación otro sindicato cercano a la Casa Rosada.
Gerardo Martínez, jefe de la Uocra y miembro de la mesa chica de la CGT oficialista, aclaró que "tenemos que estar cuidando el nivel de empleo pero también los daños colaterales de un proceso inflacionario descontrolado". "¿De qué sirve conseguir un aumento salarial del 40% si a los tres meses se te pulverizó? No es lógico, algo hay que hacer entre todos para bajar este nivel de inflación", reclamó.
El sindicalista si bien reconoció que el Estado "está generando medidas anticíclicas" al poner "más dinero y abrir licitaciones para generar nuevos puestos de trabajo" pidió "no mirar sólo el corto plazo: a mí me gustaría que tuviéramos un debilitamiento de la situación inflacionaria".
"Hoy en la construcción tengo 430.000 trabajadores, pero si hay una situación inflacionaria de descontrol absoluto volvemos para atrás y pierdo 100.000 puestos. Cuando hay un proceso descontrolado de precios los primeros que perdemos somos los trabajadores", recordó el titular de la Uocra al diario Clarín.
La industria automotriz fue, sin duda, la más golpeada este año por la recesión, la que se vio agravada por la caída de las exportaciones a Brasil, cuya economía también atraviesa un momento complicado, aunque no lo suficientemente grave como el de la Argentina.
En Smata calculaban en septiembre que los trabajadores afectados por suspensiones algunos días al mes en la industria automotriz eran más de 13.000 y que durante el año hubo 800 despidos. Esos licenciamientos seguirían hasta fin de año.
En ese sector, dese hace seis meses unos 1.200 metalúrgicos que se desempeñan en la terminal PSA Peugeot Citroën de Villa Bosch se encuentran suspendidos y continuarán así al menos hasta diciembre, según trascendió.
En la industria textil "hay despidos por goteo desde hace un año, quizá unos 300. Es poco sobre los 43.000 puestos de trabajo que hay en la actividad, pero igual estoy preocupado", señaló en declaraciones al matutino Jorge Lobais, secretario general de la Asociación Obrera textil.
Hugo Moyano, jefe del Sindicato de Camioneros y líder de la CGT opositora, también sigue con especial atención la disminución en el nivel de actividad. "Que se caigan gremios industriales, como UOM y Smata, nos termina afectando a nosotros porque nosotros nos ocupamos de la logística de distribución de los productos que producen ellos. Estamos muy preocupados porque desgraciadamente este proceso se viene profundizando cada vez más", alertó. Y añadió: "Si el Gobierno no reacciona ya, esto lamentablemente va a empeorar ".
a href="http://www.infobae.com/2014/10/14/1601658-la-tasa-despidos-paso-crecer-mas-que-la-suspensiones" rel="noopener noreferrer" La tasa de despidos pasó a crecer más que la de suspensiones/a
Según el semanario Tendencias Económicas, en los últimos doce meses a septiembre el índice de cesantías se multiplicó por 5 y el de recorte de la jornada laboral por 4,4.
El índice de la consultora privada que conduce José Luis Blanco muestra que el nivel de suspensiones se mantiene en una proporción sustancialmente más elevada que el de despidos, como consecuencia de la resistencia de las empresas a desprenderse rápidamente del personal excedente en función de un nivel de actividad inferior al deseado.
Sin embargo, el cambio de intensidad de la variación de uno y otro indicador parece señalar que 14 meses de recesión, como acusan las PyME y ya casi nueve en el promedio de la economía, ha comenzado a provocar una creciente destrucción de empleos en la actividad privada.
Según el relevamiento de Tendencias Económicas que en forma mensual e ininterrumpida viene haciendo desde 1986, basado en denuncias sindicales publicadas en medios gráficos del país, en el promedio de los primeros nueve meses de 2014 los despidos se multiplicaron casi por tres y las suspensiones por más de seis veces.