El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, busca terminar su mandato cumpliendo una de sus mayores promesas: cerrar la cárcel de Guantánamo. Por eso el gobierno norteamericano pretende acelerar el proceso de traslado de seis reclusos a Uruguay, donde la campaña electoral puso en stand by el operativo. Sin embargo, hay quienes se oponen a este tipo de concesiones por temor a las conductas que puedan adoptar los prisioneros trasladados.
Según datos revelados por la Dirección Nacional de Inteligencia de Estados Unidos, desde que se abrió la prisión en 2002, un 17,3 por ciento de los presos liberados reincidió en actos terroristas.
Desde su apertura, 779 personas fueron detenidas y 620 liberadas. De ese número, el informe elaborado por el organismo de seguridad identificó 107 casos de prisioneros que recuperaron en la libertad en los que "se confirmó o se tienen sospechas de que retornaron a la actividad terrorista".
El mayor número de reincidencia se registró durante la gestión del ex presidente George W. Bush, entre 2002 y 2008, con un 19 por ciento. En ese período, que comprende el año de apertura de la prisión y el fin del mandato de Bush, fueron liberados 532 presos.
"Algunos de los presos que siguen en Guantánamo buscarán establecer contacto con organizaciones terroristas"
Desde principios de 2009, tras la asunción del actual mandatario Barack Obama, Estados Unidos comenzó a ubicar a los prisioneros liberados en países terceros, y en calidad de refugiados. Hasta julio de este año, recuperaron la libertad 88 presos, lo que representa una reincidencia de 6,8 por ciento.
El gobierno norteamericano reconoce que esta nueva política de liberación, que consiste en trasladar a los reclusos a países sin conflictos ni redes terroristas, permitió bajar la reincidencia.
"Algunos de los presos que siguen en Guantánamo buscarán establecer contacto con organizaciones terroristas o insurgentes luego de ser liberados", determina el informe elaborado por la Dirección Nacional de Inteligencia.
Por eso América Latina es uno de los principales destinos que busca la administración de Obama para trasladar a los prisioneros. El único que hasta el momento confirmó su interés fue Uruguay, aunque todavía no hay mayores precisiones sobre cuándo se realizará el traspaso.
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De acuerdo a datos aportados por la iNew America Foundation/i, organización que estudia los datos de seguridad nacional del país, más de la mitad de los liberados fueron enviados a Afganistán y Arabia Saudita. Mientras que el 14 por ciento a Pakistán y Yemen.
El resto fue enviado a 18 países, en calidad de refugiados. Todos estos durante la gestión Obama.
De los 107 que reincidieron, según la agencia de inteligencia norteamericana, 23 fallecieron, de los cuales 22 recuperaron la libertad durante el gobierno de Bush. Los restantes, bajo la actual administración. Otros 25 permanecieron bajo custodia de las autoridades, y 59 no.
El informe elaborado por la agencia de inteligencia subraya que entre los ex convictos existen comunicaciones "entre ellos" y con miembros de organizaciones terroristas con el fin de perpetrar nuevas atentados. "Las razones de las comunicaciones van desde contar sus experiencias personales a planificar actos terroristas", agrega.
Según consigna El Observador, los datos aportados por la Dirección Nacional de Inteligencia no son confiables para Human Right Watch (HRW). Laura Pitter, consejera de la organización no gubernamental, apuntó que al ser liberados bajo condiciones diferentes, esos datos oficiales no se ajustan a la realidad de cada refugiado.
"Uno no puede decir que es seguro que un número determinado de personas reincidirá porque se trata de seres humanos diferentes. Son todos casos diferentes. Es muy injusto y no es representativo", añadió.
A diferencia de los datos aportados por la agencia de inteligencia, la New America Foundation considera que el porcentaje de prisioneros reincidentes fue del seis por ciento, y no del 17,3.