La compañía de productos de consumo Clorox anunció que dejará de operar en Venezuela debido a restricciones gubernamentales, interrupciones en el suministro y la hiperinflación que azota al país.
Tras pasar casi tres años forzada a vender más de dos tercios de sus productos a precios congelados, la empresa determinó que no generaba suficientes ganancias como para justificar una permanencia en el país, por lo que intentará vender sus activos.
"Esta es una muy difícil situación para nuestra compañía. Estamos orgullosos de los hombres y mujeres que hicieron lo posible para manejar nuestro negocio ante los significativos cambios económicos. Estamos trabajando para apoyarlos durante esta transición", dijo el presidente de la empresa, Don Knauss.
Clorox, cuyas ventas en Venezuela representan el 1.4% de las totales, se había reunido con oficiales para discutir aumentos de precios, pero estos fueron considerados insuficientes. En el último año fiscal generó tan solo u$s77 millones en ingresos y sus pérdidas brutas fueron de u$s23 millones.
El anuncio de esta medida hizo que sus acciones aumentaran un 6.3% a u$s96,25, y se espera que a lo largo del año fiscal gane entre u$s4,35 y u$s4,50 por cada acción.
La crisis económica, que aumentado tras la muerte del presidente Hugo Chávez en marzo del 2013, ha golpeado a las empresas estadounidenses: American Airlines y Delta Airlines han debido disminuir el número de vuelos al país, y la compañía de productos Procter & Gamble redujo su pronóstico de ganancias.