De recorrida por círculos nacionalistas peronistas, Alexander Dugin, nacido en Rusia en 1962 y conocido mundialmente como autor de la "Cuarta Teoría Política" y como presunto numen intelectual del gobierno ruso, sorprendió con algunas definiciones como "Argentina está llamada a ser el polo cultural de la civilización sudamericana". El filósofo advirtió: "Veo en Buenos Aires elementos de una Europa tradicional que no encuentro en España, en Italia o en otros países europeos".
También dio definiciones sobre la política presente y pasada de Rusia. "(El ex presidente Mijaíl) Gorbachov fue un traidor", exclamó. "En la Perestroika no hubo nada positivo", destacó. Y recordó que el último secretario general de la Unión Soviética es "la persona más despreciada en Rusia".
Dugin, una suerte de "bestia negra" según los ámbitos intelectuales occidentales, llegó a la Argentina procedente de Brasil e invitado por la Fundación "Proyecto Segunda República", que anima, entre otros, Alberto Buela.
En perfecto castellano -habla seis idiomas- Dugin abogó por un mundo "multipolar" y cuestionó la modernidad. "Nosotros propiciamos la tradición y somos antiliberales y antimodernos", señaló. Durante una presentación en la CGT, se maravilló con la Tercera Posición Justicialista y destacó a Juan Domingo Perón como un "gran realista" en las relaciones internacionales.
Consultado sobre Putin, Dugin sostuvo que el líder ruso "es ante todo un realista en materia de política exterior" que dio enormes pasos para reconstruir el Estado ruso y el orgullo nacional de su país, aunque reconoció que "no necesariamente es un seguidor como nosotros de la teoría euroasianista".
Esta visión reconoce en Rusia no un país "sino una civilización", en términos del profesor Samuel Huntington. Dugin, famoso por su promoción de una "cuarta teoría política" como forma superadora de la primera (el liberalismo) y las reacciones que la misma generó (el marxismo y el fascismo), es hoy uno de los grandes polemistas en la escena intelectual mundial. Su visita a Buenos Aires pasó casi inadvertida.