Este jueves 18 de septiembre, a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Escocia/a vivirá una jornada histórica, cuando cerca de cuatro millones de electores se acerquen a las urnas para decidir si el país se independiza del Reino Unido o no.
Independientemente del resultado, habrá cambios en la estructura escocesa, y dicho proceso no será sencillo.
Por eso, a continuación exponemos los principales factores a tener en cuenta para entender el contexto y trasfondo de esta histórica consulta popular.
Escoceses a las urnas
El tan esperado referéndum se llevará a cabo este jueves 18 de septiembre, bajo la siguiente consulta: "¿Debería ser Escocia un país independiente?".
En un principio, la pregunta iba a ser: "¿Está de acuerdo con que Escocia debería ser un país independiente?". Sin embargo, la posibilidad de que esa formulación inclinara a los votantes hacia el "Si" llevó a la Comisión Electoral a modificarla.
Este jueves podrá acercarse a las urnas cualquier persona que viva en Escocia, y que tenga más de 16 años. Históricamente en las elecciones parlamentarias y municipales sólo podían votar los mayores de 18. Pero en esta oportunidad se redujo la edad permitida.
Actualmente, más de 800 mil escoceses viven en otras partes del Reino Unido, por lo que no están habilitados para votar. En tanto, dentro de Escocia se registran más de 400 mil de ciudadanos de otros rincones de la isla, que sí tendrán el derecho a votar.
En total, cerca de 4,3 millones de escoceses acudirán a las urnas para dar su voto.
Los colegios electorales abrirán a las 6 GMT y cerrarán a las 21 GMT y los resultados se conocerán bien entrada la noche o incluso a la mañana siguiente.
Qué dicen las encuestas
Durante meses se daba casi por descontado que los independentistas no iban a llegar a alcanzar el electorado necesario para declarar la independencia de Escocia. Sin embargo, en las últimas semanas los sondeos más recientes auguran un resultado muy ajustado, aunque seguiría imponiéndose el "No".
Una encuesta realizada la última semana por la empresa YouGov, encargada por los diarios The Times y The Sun, reveló que los unionistas recibieron un apoyo del 52 por ciento, frente a un 42 de los independentistas. Esa misma compañía fue la que semanas atrás ubicó al "Si" al frente por primera vez en las intenciones de voto.
De acuerdo a lo revelado por ese sondeo, la recuperación unionista fue de tres puntos, la misma cantidad que habrían perdido los partidarios del "Si". Mientras que se estimó que un seis por ciento se mantiene indeciso.
Peter Kellner, presidente de YouGov, explicó que la razón fundamental por la que muchos temen a la independencia gira en torno a lo económico. El especialista apuntó que gran parte de esta inquietud responde a la incertidumbre de los ciudadanos sobre qué puede llegar a ocurrir con sus ahorros depositados en entidades escocesas.
Por su parte, dos nuevos sondeos publicados este martes mantienen el favoritismo de los unionistas. El de ICM habla de un 45 por ciento a favor del "No", frente a 41 del "Si", con un 14 por ciento de indecisos. El instituto Opinium, en tanto, habla de una ventaja unionista con 49 por ciento de apoyo, y un 45 de los independentistas, con seis por ciento de indecisos.
De esta manera, los casi 500 mil indecisos que se calculan que hay hoy, horas antes del referéndum, podrían convertirse en la clave para el futuro de Escocia.
El día después
Si bien muchos escoceses se inclinan por la independencia, muchos de ellos también se preguntan cómo será el día después. La realidad es que el camino no será sencillo, en caso de imponerse los independentistas. Muchas cuestiones deberán ser resueltas con Inglaterra.
Además de lo económico, que es uno de los puntos de conflicto principales, también se deberá llegar a un acuerdo con respecto a la conformación del ejército y la plataforma constitucional sobre la que se basará el eventual próximo gobierno.
Otra de las cuestiones importantes por resolver es el ingreso a la Unión Europea, que podría presentar algunos obstáculos. Mientras que la adhesión a otras organizaciones como la OTAN o la ONU se vislumbra con menos trabas.
Por su parte, Londres y Edimburgo también tendrán que sentarse a negociar sobre el traslado del programa de disuasión nuclear Trident, en la base militar de Clyde, al oeste de Escocia, lo que podría costar una fortuna a Inglaterra.
Pero seguramente lo más delicado gire en torno a lo económico. Por un lado, estará en juego el reparto de los ingresos del petróleo, como así también la deuda pública de las reservas de oro, la BBC, embajadas y otros bienes británicos en el extranjero.
Ante el temor de que resulte ganador el "Si", el primer ministro británico, a href="URL_AGRUPADOR_163/david-cameron-a2230" rel="noopener noreferrer" David Cameron/a, y los principales partidos políticos (laboristas y liberales demócratas), se comprometieron a otorgar una mayor autonomía a Escocia.
Entre algunas de las promesas que estos líderes firmaron, indicaron que el Parlamento de Holyrood será permanente e irreversible.
"El parlamento escocés es permanente y los nuevos poderes extensos serán concedidos por un proceso y un calendario acordado por nuestros tres partidos, empezando el 19 de septiembre", apunta el documento firmado por los líderes partidarios.
"La gente quiere cambios. La victoria del `No` traería cambios mejores, más seguros y más rápidos que la separación", agregan.
En caso de que los independentistas terminen victoriosos, el sueño de ver a su país fuera del Reino Unido deberá esperar, ya que recién el 24 de marzo de 2016 será efectivizará la independencia escocesa.
Del unionismo al independentismo
Escocia fue un estado independiente hasta 1707, cuando se firmó el Acta de Unión con a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Inglaterra/a, y se creó el Reino Unido. Pero esta unión no significó ningún cambio para ciertos sectores del estado escocés. Su sistema legal se mantuvo intacto, al igual que el educativo y religioso.
A su vez, para el derecho internacional se trata de una entidad jurídica diferente a las del resto del Reino.
Ya para 1934 se estableció el Partido Nacional Escocés (SNP –por sus siglas en inglés), creado tras la fusión del Partido Escocés y el Partido Nacional de Escocia.
Pero la influencia del independentismo llegó recién a fines del siglo XX, representado por el SNP, que ganó sus primeras elecciones en 2007. Cuatro años más tarde, se convirtió en el primer partido en obtener la mayoría absoluta en Holyrood –parlamento escocés-.
Bajo el lema "Yes Scotland" ("Sí Escocia"), el líder del Partido Nacional, Alex Salmond, es quien encabeza la campaña independentista. Asimismo, otros partidos y organizaciones del Reino Unido han manifestado su apoyo a esta iniciativa, como el Partido Verde escocés.
En tanto, aquellos que se inclinan por mantener la unión, lo hacen bajo el lemai /i"Better Together" ("Mejor juntos"), con Alistair Darling como líder del movimiento. Además de los sectores escoceses que apoyan esta campaña, Inglaterra es el principal impulsor para que Escocia se mantenga en el Reino.