Unos 22 millones de personas se vieron forzadas a abandonar sus hogares en 2013 a causa de fenómenos naturales extremos, según el último informe del Observatorio sobre Situaciones de Desplazamiento (IDMC) del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).
La cifra de desplazadas a causa de catástrofes naturales triplica el número de personas que tuvieron que dejar sus hogares el año pasado a causa de conflictos bélicos.
Asimismo, los datos recogidos en las últimas cuatro décadas indican que el número de personas desplazadas por fenómenos naturales extremos es dos veces mayor que en la década de 1970.
El IDMC explica este fenómeno en gran parte a causa del crecimiento demográfico y a la concentración de la población en ciudades, especialmente en los países en desarrollo.
De hecho, el texto recuerda que desde los setenta, la población mundial ha crecido un 96%, y la población urbana ha aumentado un 187%.
El informe no hace mención al cambio climático ni a lo que hay que hacer para combatirlo.
Los 22 millones de desplazados se reparten en más de 600 eventos ocurridos en 119 países.
La gran mayoría de los eventos tuvieron que ver con el tiempo atmosférico, dado que en el 94% de los casos las tormentas y posteriores inundaciones fueron la causa de la catástrofe.
Ninguna región del mundo escapa a este tipo de catástrofes, sin embargo, Asia concentra el 87,1% del número total de desplazados a causa de fenómenos naturales (19 millones de personas).
Y aunque todos los países los padecen, son las naciones en desarrollo las que generan más desplazados tras padecer una catástrofe natural (85%).
Concretamente, el tifón Haiyan, que azotó Filipinas el año pasado, obligó el desplazamiento de 4,1 millones de personas, lo que representa un millón más que las cifras en las otras cuatro regiones unidas (África, Américas, Europa y Oceanía).
No obstante, el informe hace hincapié especial en recordar que la población africana doblará de aquí a 2050, siendo una región en general poco desarrollada, se espera que los desplazamientos también aumenten y superen los contabilizados en Asia.
El año pasado hubo desplazamientos en África a causa, especialmente, de las inundaciones en Chad, Níger, Sudán y Sudán del Sur.
Los países desarrollados, no obstante, no quedan al margen de este fenómeno y dos ejemplos lo demuestran claramente: el tifón Man-yi, que azotó Japón y obligó a desplazarse a 260.000 personas; y el tornado que afectó a Oklahoma y que hizo abandonar sus hogares a más de 218.500 personas.
El informe destaca que la temporada de huracanes de 2013 fue "inusualmente tranquila".
Con respecto al origen de estas catástrofes, el Observatorio cree que es doble: "La mayoría de las catástrofes tienen un origen mixto, natural y humano. Una mejora del ámbito urbano, medios de protección contra las inundaciones y normas de construcción permitirían atenuar lo esencial del impacto", afirmó, Alfredo Zamudio, director del IDMC.
Otro aspecto destacado por el informe es que la tendencia indica que los desplazamientos seguirán aumentando en los próximos años.
"En vista del número creciente de personas que viven y trabajan en zonas de riesgo, esta tendencia al alza seguirá creciendo y será exacerbada en el futuro a causa de los efectos del cambio climático", afirmó, citado en el comunicado el secretario general del NRC.
Ante esta situación, el Observatorio pide a los gobiernos que hagan más para prevenir las situaciones de riesgo y que asuman compromisos políticos firmes.
El IDMC sugiere que los gobernantes expongan sus compromisos durante la cumbre sobre clima organizada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el próximo 23 de septiembre en Nueva York.
"Es necesario que se tomen medidas para reducir los riesgos de catástrofes y ayudar a las comunidades a adaptarse a regímenes climáticos cambiantes y cada vez más imprevisibles. A falta de ello los desplazamientos de la población no harán más que multiplicarse en el futuro", concluye el informe.