La reina Isabel II realizó sus primeros comentarios con relación al referéndum sobre la independencia de Escocia, instando a los escoceses a "pensar muy cuidadosamente respecto al futuro".
Pero la popular monarca británica no indicó una preferencia sobre cómo deberían votar los escoceses, manteniendo cuidadosamente la neutralidad que le exige la Constitución.
No obstante, algunos podrían interpretar sus comentarios como una sugerencia de que los escoceses que buscan adoptar la independencia deben ser cautos respecto a cortar los vínculos de Escocia con Gran Bretaña, que se remontan a más de 300 años.
La reina habló sobre el tema después de una ceremonia religiosa dominical cerca del Castillo de Balmoral, de su propiedad, en Escocia. Hizo el comentario a una persona entre la multitud que le deseó bienestar.
El Palacio de Buckingham emitió recientemente una declaración en la que se indicaban los planes de la reina de mantenerse neutral antes de la votación del jueves.
Ella ha resistido a las peticiones de algunos legisladores del Partido Conservador para que emita sus puntos de vista antes de la histórica votación, ya que ésta podría llevar a la desintegración del Reino Unido.
Es bastante conocido su profundo afecto por Escocia y que pasa la mayor parte de su tiempo libre cada verano en su extensa propiedad de Balmoral, donde puede ser vista caminando en los bosques o montando a caballo.
Encuestas efectuadas el fin de semana han insinuado que la intención de voto está bastante pareja para saber el probable resultado, y es muy probable que ambas partes realicen una campaña frenética en los últimos días previos al referendo.
Se espera que el primer ministro británico David Cameron regrese a Escocia para intentar persuadir a los votantes a que rechacen la independencia y sigan formando parte de Gran Bretaña.
La campaña "Mejor Juntos" ha estado enfatizando las incertidumbres económicas que enfrentaría una Escocia independiente, mientras que las fuerzas a favor de la independencia han estado pronosticando un futuro color de rosa para unos escoceses ricos en petróleo libres del Reino Unido.
Si Escocia vota a favor de la independencia, se separaría de Gran Bretaña en 18 meses. Líderes escoceses han indicado el deseo de que la reina sirva de jefe de Estado de una Escocia independiente si triunfa la campaña por el Sí.
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