Los anuncios de un inminente estallido social a fin de año en la Argentina provocaron este sábado la reacción de Cristina Kirchner y motivaron ayer una respuesta del ministro de Economía, quien señaló que esos anuncios son "picos" de las permanentes "campañas de desánimo" con las que diversos sectores opositores tratan de perjudicar al gobierno nacional.
"Si alguien avisa que puede haber un estallido, no sé si ve que puede pasar o es que está organizando todo para que eso ocurra. ¿Cómo sabe que eso va a pasar?. Siempre se encuentran indicios de que son cuestiones organizadas. Entonces no sabemos si lo están organizando o tratan de fogonearlo", manifestó Kicillof en diálogo con Nacional Rock.
Como ejemplo de los mensajes distorsionados que recibe la sociedad, el ministro de Economía expuso el caso de las nuevas normas de Defensa del Consumidor que impulsa el oficialismo: "Hubo una maniobra comunicacional perversa, porque son leyes que protegen a la gente pero hay una resistencia de empresas muy poderosas que se niegan a satisfacer las demandas de los consumidores".
Otro caso testigo -entiende Kicillof- es el del plan "Ahora 12", que entró en vigor por seis meses para tratar de reimpulsar el consumo. "Es un programa extraordinario que le sirve al país, pero enseguida dicen que no sirve".
"No entiendo qué puede tener de malo esto... Con toda la maldad y la imaginacion macabra que puedan poner, yo no sé por dónde le pueden entrar a este plan", apuntó el funcionario.
Además Kicillof habló del conflicto con los holdouts y aseguró que "la mayoría del mundo acompañó a la Argentina en su lucha contra los fondos buitre", al destacar el apoyo cosechado en la ONU para avanzar con un marco legal en torno a las reestructuraciones de deuda soberana.
Aunque no mencionó que naciones como Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Japón, Canadá y Australia votaron en contra del proyecto argentino, el ministros sostuvo que "todo el mundo ha dicho unánimemente que los fondos buitre son un problema y no tienen que tener ningún amparo legal".
"Ya se ha ganado, porque estamos en Naciones Unidas para que nunca más fondos buitre puedan afectar a los países", remarcó el titular del Palacio de Hacienda.
Los problemas que afectan a la industria automotriz también preocupan al Gobierno, aunque Kicillof reveló un dato impactante que expone la complejidad del tema. "Es sector fuertemente deficitario en divisas: nosotros tenemos 11 terminales, pero entre lo que importa (materiales necesarios para fabricar) y lo que exporta, el año pasado hubo un déficit de 9.000 millones de dólares", precisó.
"Como importa mucho más de lo que exporta, siempre genera pérdida de divisas para el país. Sin embargo, como contrapartida genera fuentes de empleo, entonces hay que monitorearlo constantemente y tener una conducción muy precisa", explicó.