El gobierno francés ha sumado en estos días una nueva preocupación: las manifestaciones de antisemtismo en las distintas ciudades del país se han multiplicado después de la guerra en Gaza, y no parecen detenerse.
A pesar de que no se trata de un fenómeno que se reduzca a las fronteras francesas y, por el contrario, se extiende como la peste por toda Europa, ha sido un tema prioritario en la agenda de las últimas semanas del presidente François Hollande y del primer ministro Manuel Valls.
De acuerdo con un artículo publicado en el diario El País, París ha sido testigo de ataques a sinagogas y de proclamas que no se oían hacía un tiempo, como "Muerte a los judíos", lo que ha despertado el miedo en la comunidad judía que habita en esa ciudad.
"Mi amiga se acaba de marchar con toda la familia. Agredieron en la calle a su padre, de 80 años, y dijo: 'Hasta aquí hemos llegado'". La anécdota es de un judío de París consultado por el diario español, que prefirió quedar en el anonimato.
Por su parte, Joël Mergui, presidente del Consistorio Israelí de Francia, no duda de que hay un antisemitismo creciente y un cierto ataque a la libertad religiosa que arroja dudas sobre el futuro en Francia.
"Muchos consideran que este ya no es su sitio"
"Muchos consideran que este ya no es su sitio", insiste Roger Cukierman, presidente del Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia.
Sin embargo, Philip Carmel, consejero del Congreso Europeo Judío, puntualiza: "Los que se van son solo el 1 por ciento. El 99% cree que el país sí les ofrece un futuro".
En Francia, con la comunidad judía más amplia del continente europeo (600.000 ciudadanos), las expatriaciones con destino a Israel se han disparado hasta convertirse en el país que más ciudadanos envió a Israel este año.
En 2012 apenas 2.000 judíos franceses se marcharon a Israel y en 2013 aumentaron a 3.280. En los ocho primeros meses de este año se han ido 4.566, según el Ministerio Israelí de Integración. Casi el doble de los que han partido de Rusia o Estados Unidos.
Además, el último sondeo de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE, de noviembre pasado, dice que el 76% de los judíos europeos cree que la situación se ha agravado en los últimos cinco años. Uno de cada tres ha sufrido una agresión física. Los insultos, el acoso y la violencia no son anécdotas aisladas. Tampoco en Francia.
Según El País, la crisis económica en la zona del euro es, sin duda, una razón fundamental del éxodo. "El futuro es incierto y sobre todo para los jóvenes, que buscan poder desarrollarse profesionalmente", dice Zvi Tal, ministro plenipotenciario de la embajada de Israel en París.
Sin embargo, en algunos reportajes audiovisuales realizados en Israel por medios franceses estos días, buena parte de las familias interpeladas reconocen que el antisemitismo también los ha animado a marcharse.
Internet, coinciden las fuentes consultadas en París, ha favorecido la desinhibición en la difusión de mensajes antisemitas. El gobierno galo, muy criticado este verano por prohibir dos protestas violentas en las que hubo gritos antisionistas y antisemitas, está analizando cómo controlar el fenómeno digital junto con Israel.
Se calcula que más de 800 franceses se han enrolado en el grupo radical islámico ISIS
Pero el mayor temor del Gobierno actualmente lo representan el yihadismo y esos combatientes europeos que regresan de países como Siria radicalizados. Se calcula que más de 800 franceses se han enrolado en el grupo radical islámico.
"Es una pena que, en vez de aprovechar la convivencia entre tan grandes comunidades para establecer un diálogo en Europa,
", dice con pesar Rivon Krygier, un rabino de París, para
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