"Como nación, estamos unidos, y cuando la gente daña a estadounidenses, no nos retiramos. No olvidamos", dijo Biden en un discurso desde un astillero naval en Portsmouth (New Hampshire). "Los perseguiremos hasta las puertas del infierno, hasta traerlos ante la Justicia, porque el infierno es donde residirán. El infierno es donde residirán", insistió el vicepresidente.
Tras condenar tanto el asesinato de Sotloff como el de James Foley, otro periodista estadounidense ejecutado en agosto por el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), Biden afirmó: "Si ese grupo yihadista cree que podrá intimidar al pueblo de EEUU, es que no nos conocen muy bien".
La Casa Blanca confirmó hoy la autenticidad del video que muestra la decapitación de Sotloff por un verdugo del EI, y el presidente estadounidense, Barack Obama, prometió que "se hará justicia".
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"Fue un acto de violencia horripilante. No olvidaremos ni nos van a intimidar. Aquellos que cometen el error de atacar a los norteamericanos deben saber que nunca olvidaremos", señaló Obama desde Tallín (Estonia), donde se encuentra de viaje.
En el video, titulado "Un segundo mensaje a Estados Unidos", el verdugo de Sotloff atribuye su decapitación a los ataques selectivos del gobierno estadounidense contra posiciones del ISIS en Irak y amenaza de muerte a un tercer rehén, el británico David Haines.
Sotloff tenía 31 años y trabajaba para medios de Miami. Fue secuestrado en Siria por los yihadistas en agosto de 2013. Su vida dependía, supuestamente, de que los Estados Unidos detuvieran los ataques contra blancos terroristas en Irak.