El presidente Barack Obama llegó este miércoles a Tallin para marcar el compromiso "sin falla" de Estados Unidos al lado de los países bálticos cuando la OTAN denuncia las acciones militares ilegales de Rusia en el este de Ucrania.
El avión presidencial Air Force One aterrizó poco antes de las 06:30 (03:30 GMT) en el aeropuerto internacional de la capital de ese pequeño país situado en el mar Báltico, que se incorporó a la Alianza en 2004.
Esta primera visita de Obama a un país báltico desde su llegada a la Casa Blanca en 2009 se produce en un contexto de extrema tensión entre los países de la OTAN y Rusia, que hace temer a ciertos observadores el estallido de un conflicto a gran escala en Europa.
Moscú advirtió de que reaccionará a la "amenaza", según ella, de un incremento de anunciado de la presencia de la Alianza cerca de sus fronteras.
Desde el inicio del conflicto, que ha dejado cerca de 2.600 muertos en casi cinco meses y ha obligado a más de medio millón de ucranianos a abandonar sus viviendas, Kiev y los occidentales acusan a Moscú de apoyar con armas y combatientes a los separatistas del este de Ucrania.
Esta etapa es la única del presidente estadounidense antes de la cumbre de la OTAN que reunirá a sus 28 países el jueves y viernes en Newport (País de Gales).
Además del presidente estonio, Toomas Hendrik Ilves, con quien debe compartir una conferencia de prensa a última hora de la mañana, Obama también se reunirá en Tallin con la presidenta lituana, Dalia Grybauskaite, y el presidente letonio, Andris Berzins.
El objetivo de la Casa Blanca es advertir al presidente ruso, Vladimir Putin, contra la tentación de atacar a un país de la Alianza y reafirmar su apego al artículo 5 por que los países miembros tienen que socorrer a uno de ellos si es atacado.
El mensaje es claro: "Ni se le ocurra tocar a a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Estonia/a o a cualquier otro país de la región como ha hecho en Ucrania", resumía antes de emprender viaje Charles Kupchan, un consejero del presidente estadounidense.
Para el primer ministro estonio, Taavi Roivas, la situación ha cambiado fundamentalmente en Europa y la respuesta de Occidente debe ser a largo plazo: "Esto no es un golpe de mal tiempo, es un cambio climático, y nuestra reacción debe ser a largo plazo", dijo a The Financial Times.
Si bien recuerda que Estados Unidos no tiene las mismas obligaciones con Ucrania, que no pertenece a la OTAN, Obama muestra su voluntad de ayudar a los ucranianos al tiempo que reitera claramente que Washington no contempla el uso de la fuerza en ese país.