La Cámara alta será el escenario principal del
parlamentario. Una nueva presentación de
en Diputados será insuficiente para desviar la atención del
: en lo que se espera sea una sesión extensísima, el kirchnerismo buscará dar el primer paso con el proyecto para cambiar la jurisdicción de pago de la deuda externa, y hacer lo propio con las tres normas referentes a la defensa del consumidor.
La voluntad de la Casa Rosada no es sencilla de cumplir. Ocurre que tanto la denominada Ley de Pago Soberano de Deuda como la a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Ley de Abastecimiento/a gozan de un rechazo casi unánime de la oposición. En el primer caso, la propuesta ha sido modificada y merecido sugerencias alternativas por parte de algunas fuerzas, mientras que para la segunda las críticas se han extendido con la misma contundencia con la que el empresariado reaccionó contra la medida.
De modo que el oficialismo ha tenido que trabajar para garantizarse un éxito en la cámara que maneja con mayor holgura. Con 32 bancas, el Frente para la Victoria apelará a sus aliados permanentes y a otros circunstanciales para sortear los difíciles requerimientos del Gobierno. El secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, acudió ayer a la cámara para cerrar filas y relevar las adhesiones.
Descontando que habría cuatro ausencias -las de Carlos Menem, Josefina Meabe, Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso-, al FpV le alcanzará con el acompañamiento de los santiagueños Gerardo Zamora y Ada Iturrez de Capellini, el correntino José María Roldán y la santafesina Roxana Latorre para llegar al quórum.
Para la aprobación de las iniciativas controvertidas sumaría a la peronista pampeana María Higonet, Gerardo Montenegro, del Frente Popular, y a Carmen Crexell, del Movimiento Popular Neuquino (cuyo otro integrante, Guillermo Pereyra, votará en contra). Pero no está asegurado que quienes se sienten en sus bancas para habilitar el debate se pronuncien a favor de todas las medidas.
Así el panorama, Cristina Kirchner lograría pasar sin sobresaltos la primera prueba de las controvertidas leyes. Lo que con seguridad no podrá evitar es la catarata de cuestionamientos que elevará la oposición: además de la crítica a esos proyectos, prevé apuntar sus cañones nuevamente contra el vicepresidente Amado Boudou, quien estará al frente de la sesión.
El grueso de la oposición mostrará una postura monolítica en contra de la Ley de Abastecimiento. No así con otras de las iniciativas. Por ejemplo, la UCR respaldará la votación en general del Sistema de Resoluciones de Conflictos en las Relaciones de Consumo, al que pretenderá introducir cambios.
Las modificaciones que sufrió el proyecto para alterar el modo de pago para los bonistas que entraron al canje abre una incógnita sobre cómo será la votación. Es que la negativa que habían adelantado algunos bloques podría variar con el agregado de nuevas plazas. En cualquier caso, también en ese punto el oficialismo confía en reunir los respaldos necesarios.