El avance del Estado Islámico en Irak y Siria es la mayor amenaza para el mundo Occidental, según la última evaluación de los Estados Unidos, que aun evalúa si dar una respuesta militar directa o continuar con ataques selectivos contra objetivos específicos para colaborar con las tropas kurdas e iraquíes que luchan contra los extremistas sunitas.
Los yihadistas al mando del autodenominado califa Abu Bakr al-Baghdadi, o califa Ibrahim, buscan generar una identificación global para engrosar sus filas de milicias y fieles dispuestos a suicidarse por su causa terrorista, que pretende recomponer el Imperio Otomano con métodos como las matanzas masivas, crucifixiones, decapitaciones y persecución sistemática de "infieles" (en su consideración, todo aquel que no sea musulmán sunita), ya sea para exterminarlos o para obligarlos a convertirse o emigrar.
Túnez, Arabia Saudita y Marruecos encabezan la lista. Francia es el primer europeo
El reclutamiento de musulmanes jóvenes dispuestos a sumarse a este ejército salvaje es planetaria. Los recursos básicos son las campañas en redes sociales, y luego la captación personal en las mezquitas de grandes urbes. Buscan aprovecharse de quienes, por edad o por falta de recursos, no logran adaptarse a la sociedad occidental o las árabes de tendencias diferentes a las que apoya el ISIS.
Así, la cadena CNN ha publicado un mapa y una tabla de cantidad de yihadistas que coloca a Túnez, Arabia Saudita y Marruecos en los primeros lugares, con unos 7.000 yihadistas entre los tres. Rusia está cuarta con más de 800, pero enseguida aparecen los países más occidentalizados.
Francia ocupa el quinto lugar con más de 700, mientras que el Reino Unido (+ de 500), Turquía (país vecino a Siria e Irak con 400) y Alemania (300) son los que más adherentes al terrorismo han aportado según los datos que el medio recoge a través de los gobiernos de los propios países y del Pew Research Center.