La revista es editada por Al Qaeda en la Península Arábiga, Ansar al-Sharia. Es una de las tantas ramificaciones de la organización creada por Osama Bin Laden.
Su centro de operaciones se reparte entre Yemen y Arabia Saudita, y ante la "popularidad" del Estado Islámico, no quiere quedarse atrás.
El número se titula "Palestina, la traición de la conciencia culpable", y está dedicado a la guerra en Gaza. Sin embargo, lejos de quedarse en las particularidades del conflicto, el análisis destaca que la Yihad Islámica es una causa mundial.
"En la Yihad individual y secreta, las actividades operacionales se realizan con un horizonte global y universal, sin importar las fronteras ni los países. El enemigo ocupa Irak, y combatimos allí. Lo mismo con Palestina ahora", dice la revista en su introducción editorial.
El relato continúa diciendo que se volvió imperativo para los yihadistas de distintos lugares acudir a Irak para "ayudar a sus hermanos". Pero reconoce que eso es cada vez más difícil por los controles fronterizos.
¿La solución? "Cualquier musulmán que quiera participar de la Yihad puede combatir a Estados Unidos en su propio país o en cualquier parte, y es mucho más efectivo que ir a una confrontación abierta", agrega.
En otro apartado avanza sobre esta cuestión y señala posibles objetivos de atentados en distintos lugares. En Reino Unido, destaca la escuela militar Sandhurst y los cuarteles del MI5. En Estados Unidos, Times Square en Nueva York y los casinos de Las Vegas.
Para estimular a los potenciales combatientes, la publicación incluye una línea tiempo con los principales ataques terroristas cometidos desde 1985. Empieza con la Operación Suleiman Khater, en la que dos soldados israelíes fueron asesinados, menciona el ataque contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, y termina con la Masacre de Boston, en el que los hermanos Tsarnaev asesinaron a 5 personas con una bomba en la tradicional maratón de la ciudad.
Lo más impactante de la revista es sin dudas el
. El apartado se presenta como
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La idea es mostrar que con insumos que se pueden conseguir fácilmente en comercios minoristas es posible construir artefactos con un alto poder de destrucción. Ollas, cables, clavos, caños y un reloj son algunos de los elementos necesarios.
Con una bomba de estas características se realizó el trágico atentado en la maratón de Boston, que además de las cinco muertes provocó cerca de 270 heridos.
Un segundo manual explica cómo desarrollar "coches bomba dentro de Estados Unidos". Sólo con un tubo de gas, algunos focos de luz y una batería, entre otras cosas, sería posible su confección.
En la contratapa, la revista cierra con una advertencia: "'Al Malahem Media'. Al Qaeda en la Península Arábiga. Estamos yendo".
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