Manchester United empató con el Burnley 0 a 0 y sumó su tercer partido sin poder ganar en la Premier League. El partido de hoy tuvo como noticia preponderante el debut de Ángel Di María en el conjunto que dirige Louis van Gaal.
Los "Diablos Rojos" suman una derrota y dos empates en los primeros tres encuentros del certamen. Aún no ha podido levantar cabeza después de que la temporada pasada no puedo pelear ninguna competencia importante.
El United sigue sin poder encontrar una identidad de juego. Le cuesta generar ataques asociados que sean efectivos y sufre mucho en el juego aéreo defensivo. No logra formar una defensa segura que permita generarle confianza al equipo.
El volante argentino tuvo una actuación aceptable. La prensa inglesa imaginaba que "Fideo" iba a estar en el banco de suplentes en su debut, pero el técnico holandés se inclinó por ponerlo desde el arranque y sacarlos en el minuto 70.
Di María jugó, como lo hizo en el último tiempo en el Real Madrid, como un doble cinco más inclinado sobre la izquierda. Van Gaal no lo utilizó para recorrer la banda sino para transformarse, por momentos, en un armador y, en otras ocasiones, llegar por la raya hasta el fondo. Alternó en ambas posiciones.
El rosarino intentó asociarse con Rooney y Van Persie pero le costó, a los tres, entrar en una sintonía fina que les permitiera ser efectivos en el ataque del Manchester. Di María buscó habilitar a sus compañeros en algunas oportunidades pero nunca pudo marcar la diferencia durante el tiempo que jugó.
El United no pudo ganar un encuentro que, en los papeles, parecía ser accesible ya que enfrentó a un equipo recién ascendido. Pero el conjunto de Van Gaal no logró quebrar la defensa rival a pesar de los intentos por abrir el marcador. Deberá mejorar mucho si quiere pelear la Premier e intentar que los punteros no se le escapen.