La guerra entre el inglés Lewis Hamilton y el alemán Nico Rosberg es cada vez más sangrienta y se hace más grave con cada carrera. El Gran Premio de Bélgica hizo subir la temperatura con el incidente entre ambos y con las graves acusaciones del piloto inglés contra su compañero de equipo.
Los conflictos internos en Mercedes están debilitando paulatinamente a un equipo que hace meses parecía que se iba a llevar los dos campeonatos, el de pilotos y constructores. Pero la guerra ya se había iniciado hacía tiempo.
Todo cambió luego de un episodio en la calificación de Mónaco. Desde aquel Gran Premio, pasaron de hacer cinco dobletes en seis carreras a tan solo uno en las seis siguientes y con infinidad de problemas.
En Montreal llegó el primer triunfo de otro piloto que no perteneciera al equipo de la estrella. Austria pareció devolver todo a su sitio. Sin embargo, los fantasmas volvieron en Silverstone, donde Rosberg tuvo que abandonar por una avería en la caja de cambios. En Alemania le tocó a Hamilton, quien sufrió la rotura parcial de su alerón delantero en un toque con Button que le impidió luchar por la victoria.
Y Hungría y Bélgica han sido los otros dos triunfos ajenos a Mercedes. En el primero, Hamilton tuvo que empezar la carrera desde el pit lane tras salir su coche ardiendo en la calificación. En el último evento, el inglés tuvo que abandonar la pista a cinco vueltas del final, fruto de un encontronazo con Rosberg.
Ricciardo crece tras el toque entre los Mercedes. Las diferencias se notaron en el GP de Bélgica
Rosberg dio su versión sobre lo ocurrido en su Facebook. "Lamento mucho que Lewis y yo nos hayamos tocado, pero lo veo como un incidente de carrera, de la misma manera que lo han visto los comisarios. Ha sido algo desafortunado para el equipo", escribió.
Pero mientras Nico se justifica, Hamilton recuerda experiencias pasadas y trata de poner a su equipo en contra de su compañero. "Cuando estás en una situación así, tienes que confiar en que el otro piloto piensa con la cabeza, no en que haga las cosas deliberadamente, no sé si voy a poder hacerlo. No imagino lo que el equipo hará ahora", contestó el inglés.
En la escudería están preocupados. Totto Wolff y Niki Lauda, los jefes de Mercedes, quieren llegar a Abu Dhabi con el campeonato asegurado. "Rosberg no cedió, pensó que Lewis le dejaría espacio y no fue así. Ambos estaban en desacuerdo y fue una discusión acalorada, pero nunca dijo que chocó a propósito", dijo Wolff.
Pero, por su parte, Niki sostuvo que "Nico tuvo la culpa porque Lewis llevaba ventaja y tocó con el alerón delantero a su rueda trasera" y, sin embargo, opinó que "el equipo puede solucionar las cosas, la gente comete errores".
"Una cosa es que peleen entre ellos y otra es no ganar nada", dijo Totto Wolf, el jefe de Mercedes
Lo cierto es que los comisarios vieron la acción como un lance de carrera, pero las presiones que la FIA está teniendo para actuar de oficio son muchas e incluso se pide a Mercedes una sanción a Rosberg.
Al equipo le preocupa perder el Mundial por un incidente entre sus pilotos teniendo un coche superior. "No queremos llegar a Abu Dhabi con posibilidades de perder el campeonato y menos aún perderlo, ya sea de pilotos o constructores, porque hayamos sido demasiado fanáticos de la pureza de las carreras. Una cosa es dejar que peleen entre ellos y otra terminar sin haber ganado nada", disparó Wolff.
Al mismo tiempo que ha ido ocurriendo todo esto, ha surgido la figura de Daniel Ricciardo. El piloto australiano demostró que tiene talento, no sólo para batir a su compañero de equipo y tetracampeón mundial, sino para poder pelear por el título de la Fórmula 1 hasta el final.
Aún quedan siete carreras por delante, tiempo suficiente para que Ricciardo esté más cerca de los Mercedes en la general y más aún teniendo en cuenta que este año los puntos de la última carrera se duplican.