En plena etapa de reconstrucción familiar tras conocer su verdadera identidad, Ignacio Hurban decidió contar cómo son sus días desde que se conoció la noticia que conmovió al país y que fue un premio de la vida a la interminable lucha de Estela de Carlotto y las Abuelas de Plaza de Mayo por recuperar a los niños que fueron apropiados por los militares durante la última dictadura.
El músico eligió contar sus sensaciones en el programa radial de Víctor Hugo Morales (se emite por Continental), quien le preguntó cómo eran sus días y cuál era el ambiente en la ciudad de Olavarría, su lugar de residencia.
"La gente me saluda, ahora por ahí los abrazos son más efusivos", describió Ignacio entre risas. "Hay una parte (de la sociedad) que está muy emocionada por esto, no por mí sino por Estela, que es la abuela insignia, y me lo hacen saber", apuntó.
De todos modos, el nieto de Carlotto admitió -ante una consulta del periodista uruguayo- que hay otra franja de la población que vive este hecho de una manera diferente: "Debe haber gente que no se alegra por lo que me pasó, pero deben ser los que pasan sin saludar".
En la misma entrevista, Hurban explicó que en unas semanas comenzará el trámite del Documento Nacional de Identidad, donde quedará registrado con el nombre Ignacio Guido Montoya Carlotto.
Con respecto al proceso de reencuentro con su familia biológica, el compositor explicó que "fácil no es, pero tampoco es tan difícil como parece porque toda la gente que se acerca lo hace con afecto".
De cara al futuro, Ignacio explicó que ahora debe afrontar dos etapas: "Por un lado está la instancia privada, que es conocer a las dos familias, que son un montón y están con ganas. Es una experiencia hermosa la de retomar un proceso que estuvo interrumpido y que hoy se retoma con una naturalidad asombrosa".
"Luego está la etapa pública, algo que yo no he pedido pero la relevancia del caso hizo que lo sea. Eso tengo que llevarlo con cuidado y respeto, haciéndole saber a todos que a pesar de todo sólo soy un músico que se está encontrando con su familia", aclaró el hombre de 36 años.
La exposición de todas formas genera beneficios que son bienvenidos: "A nosotros los músicos siempre nos costó mucho porque en general los caminos son difíciles, es complicado conseguir lugares. Y ahora mágicamente parece que las puertas se abren y empiezan a aparecer cosas. Es bueno porque me permite hacer lo que me gusta y me da mucha felicidad".
Una y otra vez, Ignacio se encargó de expresar su satisfacción: "Me encanta ver a mis dos abuelas tan felices. Ahora mismo podría finalizar mi vida y ya tendría gratitud para las vidas próximas".
Además remarcó que trata de "transmitir la alegría" que siente para "alentar a otros a salir a buscar su identidad". "La peor de las verdades siempre es infinitamente mejor que la más dulce de las mentiras. Entonces hay que salir", sugirió.
En la charla también hubo lugar para hablar del encuentro que Hurban tuvo con la presidente Cristina Kirchner: "Fue íntimo, ameno y pude comprobar lo que veía antes de conocerla, que tiene una actitud verborrágica maravillosa, un gran compromiso con la búsqueda de Abuelas". "Ir a verla fue una manera de agradecerle a estos últimos gobiernos que ayudaron tanto a la búsqueda y la recuperación de los nietos", señaló.
Sobre sus afectos más cercanos, Hurban repasó: "No tengo hijos, pero sí una mujer compañera y dos padres que me criaron con muchísimo amor. No tengo más que agradecerles a ellos. También tengo una familia adoptiva bien elegida que son mis amigos, que se han portado de una manera que me pone en un compromiso, porque siento que si a ellos les pasara algo similar yo tendría que responder al doble y no sé si podría".
Finalmente Ignacio explicó que rechazó muchos pedidos de entrevista y explicó por qué aceptó hablar con Víctor Hugo: "Lo hago porque soy oyente, porque sé de su compromiso y porque tenía claro que iba a ser una entrevista respetuosa. Igual ahora podría no hablar nunca más (con los medios), porque ya dije todo lo que tengo para decir".