La Unión Tranviarios Automotor (UTA) evitó hasta el momento pronunciarse sobre la convocatoria al paro nacional para el jueves próximo que llevarán adelante las centrales obreras opositoras a la Casa Rosada. Y la adhesión de este sindicato es clave para el éxito de la medida de fuerza, como quedó reflejado en el paro realizado en abril pasado, por las dificultades que generará a los trabajadores para trasladarse hasta sus puestos de empleo. Los metrodelegados tampoco se plegarían, a excepción de la línea B.
Este martes se espera que el gremio del transporte automotor de pasajeros defina la postura que adoptará, lo que revelará el misterio de si finalmente habrá o no subtes y colectivos. Los trenes no funcionarán, porque ya se sumó al paro el sindicato de los maquinistas.
En declaraciones al canal TN, Moyano dio casi por descartado la posibilidad de que la UTA se pliegue a la convocatoria de este jueves. Señaló que "el gremio está muy presionado y amenazado por el Gobierno y no sé si tendrá el coraje de adherir".
Explicó que durante las negociaciones paritarias de este año, el Ejecutivo le prometió al sindicato que conduce Roberto Fernández "una cantidad de subsidios, tanto al gremio como a las empresas" para poder cerrar la mejora salarial que exigían los trabajadores.
"Pero las promesas que hizo el Gobierno crean dudas en la actividad, por eso creo que pueden llegar a parar. Y si no para la UTA, sé que muchos trabajadores nos acompañarán igual" porque, añadió, "son muchos los reclamos" y citó como ejemplo la falta de actualización del Impuesto a las Ganancias, la precarización laboral, la inflación, el aumento a los jubilados y la inseguridad que sufren todos los asalariados, especialmente los conductores de colectivos, dijo.
Por eso hizo un llamado a la conducción del sindicato para que "no vean sólo el impuesto al trabajo sino el resto de los temas que afectan realmente a la actividad". E insistió en que el paro tendrá una gran adhesión: "La gente está predispuesta, no sólo está afectada sino maltratada".
Consultado sobre si recibió el llamado de algún integrante de la CGT oficialista, que lidera Antonio Caló, dijo que no mantiene contactos y también remarcó que esa central obrera sufre las presiones y amenazas del Ejecutivo con "quitarle los REPRO- subsidio al salario- que abarca a numerosos trabajadores de la industria".
Sobre las declaraciones del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien acusó a los gremios que impulsan el paro de estar apoyados por los holdouts, Moyano evitó polemizar aunque también le mandó un mensaje al chaqueño: "Estamos acostumbrados a escuchar decir tantas estupideces, que una más no modifica nada. Pero pobre tipo que lo pusieron ahí para cumplir un papel tan lamentable".