"'Popeye' cometió los delitos más graves que puede cometer un ser humano"

El senador colombiano Antonio Navarro Wolff sufrió en carne propia los tormentos del jefe de sicarios del Pablo Escobar, según contó a Infobae. El criminal quedará en libertad condicional en las próximas horas

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Gentileza Sebastian Jaramillo 163

La inminente liberación de Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias "Popeye", estremece a toda a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Colombia/a. El hombre fue el jefe de sicarios del a href="http://www.infobae.com/2013/12/01/1527524-como-era-pablo-escobar-el-narcotraficante-mas-temible-del-mundo" rel="noopener noreferrer" sanguinario capo narco /aa href="URL_AGRUPADOR_162/pablo-escobar-a3765" rel="noopener noreferrer" Pablo Escobar/a. Según él mismo confesó, participó de forma directa en la muerte de 300 personas, a la vez que tuvo injerencia en el asesinato de más de 3.000. Se trata de una las figuras más nefastas de la historia colombiana y está a punto de poner sus pies fuera de la celda, tras cumplir más de la mitad de su condena.

En diálogo con Infobae, el senador y ex guerrillero Antonio Navarro Wolff aseguró que "Popeye" es un "matón", pero aclaró que nada se puede hacer para evitar su liberación, dado que está encuadrada en las leyes del país. "Cometió los delitos más graves que puede cometer un ser humano. Si hubiéramos estado en el tribunal de Nuremberg, lo hubieran fusilado, pero estamos en el Estado de derecho colombiano", afirmó.

En Colombia, no existe la cadena perpetua y mucho menos la pena de muerte. En su momento, cuando "Popeye" fue encarcelado en 1992, miles de personas exigieron que se le aplicara el máximo castigo, pretendiendo la pena capital. Pero, en el país, eso equivale a 40 años de prisión. "Si la liberación corresponde al cumplimiento de la condena, no tenemos objeción. Hay que aceptarlo, está dentro de las normas", señaló Navarro.

¿Cómo seguirá la vida de "Popeye" fuera de la cárcel? Es difícil de pronosticar, aunque es seguro que no dispondrá de cuidados especiales: la Unidad Nacional de Protección ya aclaró que no se ocupará de su seguridad. Tras la muerte de Escobar, la mano derecha del líder de Cártel de Medellín se ha convertido en la figura más detestada del país. Hay quienes dicen que está más seguro tras las rejas que fuera de ellas.

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"Aquellos fueron años terribles", recordó Navarro. "Tres candidatos presidenciales fueron asesinados en ocho meses. Eso no ha pasado en ningún otro lugar de América", indicó en referencia a las muertes de Luis Carlos Galán, Carlos Pizarro y Bernardo Jaramillo durante la campaña de las elecciones de 1990.

Navarro fue, de hecho, quien sucedió en la candidatura a Pizarro. Éste era el jefe de la desmovilizada guerrilla del M-19, mientras que Navarro era su segundo. Tras participar en las negociaciones de paz en 1985 con el entonces mandatario Belisario Betancur y las de 1990, los miembros del M-19 lograron insertarse en la vida política colombiana con compromiso y responsabilidad cívica. De hecho, su caso es paradigmático.

Pero la campaña de ese año no fue sencilla. A los homicidios de Galán, Pizarro y Jaramillo, se les sumaron las amenazas del Cártel de Medellín contra toda la clase política. La violencia y el terror impuestos por Pablo Escobar eran constantes. "Yo mismo fui amenazado de muerte por ellos, cuando sucedí a Carlos Pizarro. Tuve que hacer la campaña durante 45 días sin salir a la calle", contó Navarro. "Afortunadamente eso ha quedado en el pasado", añadió.

La liberación de "Popeye" divide al país, aun si han pasado 22 años desde que está en prisión. Los familiares de las víctimas se reparten entre quienes consideran que la ley ha impuesto un castigo suficiente y quienes creen que ni el infierno podrá hacer justicia por los crímenes que cometió.