Barack Obama condenó la 'peligrosa escalada' en Ucrania por el ingreso del convoy ruso

El presidente de EEUU coincidió con la canciller alemana Angela Merkel en que Putin incurrió en una "provocación y una violación de la soberanía" ucraniana. Denunciaron el aumento de la tensión por parte de Moscú

AFP 163

Una parte del convoy humanitario ruso entró el viernes en Ucrania y llegó a Lugansk sin esperar su inspección completa en la frontera, lo que levantó vivas protestas del gobierno ucraniano, que denunció una "invasión directa", así como de los países occidentales.

El presidente Barack Obama y la canciller alemana Angela Merkel advirtieron este viernes de que Rusia está desencadenando una "peligrosa escalada".

En una conversación telefónica de la que informó la Casa Blanca, los dos dirigentes estimaron que era "imperativo" que el convoy abandone el territorio ucraniano, valorando que el envío de esta columna de 300 camiones sin autorización de Kiev constituía una "provocación suplementaria y una violación de la soberanía de Ucrania".

Obama y Merkel expresaron además "su preocupación por que el gran número de tropas rusas en la frontera de Ucrania, la presencia del personal militar ruso en Ucrania y el bombardeo de territorio ucraniano representa una peligrosa escalada" del conflicto.

Un fotógrafo de la agencia de noticias AFP vio como más de 70 camiones cruzaban la frontera, escoltados de lado ucraniano por combatientes prorrusos en furgonetas. La OSCE indicó por su parte que más de 130 camiones penetraron en territorio ucraniano.

Obama y Merkel estimaron "imperativo" que el convoy abandone Ucraniana

Veinte llegaron el viernes por la tarde al bastión ucraniano prorruso de Lugansk, su destino, indicó a AFP un responsable de la administración regional.

"Se trata de una invasión directa", reaccionó el jefe de los servicios de seguridad ucranianos, Valentin Nalivaichenko, quien excluyó sin embargo ataques aéreos contra el convoy ruso.

"Hacemos todo lo que está en nuestras manos para que esto no tenga consecuencias más graves", declaró el presidente ucraniano Petro Poroshenko.

Las autoridades ucranianas, que condenaron una decisión "deliberada y agresiva", señalaron que sus guardias fronterizos pudieron inspeccionar únicamente 34 camiones.

"En uno de estos camiones que pueden transportar 25 toneladas, encontramos 800 kilos de té. Los otros 33 estaban cargados con máximo 8 toneladas. Se trata en realidad de vehículos vacíos", aseguró el primer ministro ucraniano Arseni Yatseniuk.

Este convoy ruso ha sido objeto de disputas durante días, ante el temor de Ucrania y varios países occidentales de que la ayuda humanitaria pudiera ser una excusa para reforzar a la insurgencia prorrusa en el este de Ucrania.

La Cruz Roja, que debía repartir la ayuda, no acompañó al convoy por estimar que no disponía de las necesarias garantías de seguridad.

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Columnas militares rusas, según Kiev

El Pentágono exigió el viernes a Rusia retirar "inmediatamente" su convoy, bajo penas de nuevas sanciones. El envío de estos camiones "constituye una violación de la soberanía e integridad de Ucrania por parte de Rusia", declaró el vocero del Pentágono, el contralmirante John Kirby.

La Unión Europea también "deploró la decisión" de Rusia, que calificó de "clara violación" de la frontera ucraniana.

Asimismo, la OTAN denunció "una violación flagrante" de los compromisos internacionales asumidos por Moscú y de la "soberanía" de Ucrania.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió el viernes de urgencia en Nueva York a pedido de Lituania para abordar este tema. Al final de las consultas a puerta cerrada, el embajador británico Lyall Grant, que preside el Consejo, expresó una "vasta inquietud por lo que muchos calificaron con acción ilegal y unilateral de la Federación de Rusia".

El Consejo de Seguridad de la ONU calificó de "ilegal y unilateral" la acción de Rusia

Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, se justificó en una conversación telefónica con la canciller alemana afirmando que más retrasos en el convoy habrían sido "inaceptables".

Después de una semana de espera del lado ruso de la frontera, Moscú anunció el viernes que "todos los pretextos" de Kiev para "retardar" el convoy de ayuda humanitaria para la población del este de Ucrania se habían agotado.

Lugansk es uno de los principales bastiones separatistas del este de Ucrania, rodeado y asediado por el ejército ucraniano y donde las autoridades locales han denunciado en varias ocasiones una situación "crítica" tras casi tres semanas sin electricidad, agua corriente o red telefónica.

Por otra parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Lituania, Linas Linkevicius, anunció el viernes el secuestro y muerte del cónsul honorario de su país en Lugansk, Mykola Zelenec, a manos de rebeldes prorrusos.

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En el terreno, la ofensiva del ejército continuaba este viernes en varias localidades cercanas a los feudos separatistas del este de Ucrania, en donde se desarrolla según Kiev una "gran batalla". El ejército afirma haber causado "considerables pérdidas a los enemigos".

Un vocero militar ucraniano afirmó que se localizaron dos columnas de equipos militares pesados rusos en la carretera que lleva a Lugansk, en las localidades de Molodogardisk y de Davydo-Mykilske.

En el principal bastión de los separatistas, Donetsk, los intensos bombardeos volvieron a golpear los alrededores de la ciudad durante la noche, provocando daños en varias casas y en la red eléctrica, según la alcaldía.

En el frente diplomático, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, prometió el jueves "hablar de paz" con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la cumbre regional que tendrá lugar el próximo martes en Misnk con presencia de representantes de la Unión Europea.

Antes de eso, la canciller alemana, Angela Merkel, tiene previsto visitar Ucrania el sábado.