Venezuela controlará el consumo con lectoras de huellas digitales en los comercios

El presidente Maduro detalló por cadena nacional un polémico sistema de lucha contra la escasez de alimentos y productos básicos. El Gobierno entiende que el exceso de compras facilita el contrabando

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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó el miércoles la instalación de máquinas lectoras de huellas dactilares en las tiendas de alimentos del país petrolero, con el fin de racionar las compras de los venezolanos agobiados por una alta escasez.

El Gobierno socialista alega que la falta de productos se debe al contrabando a través de sus fronteras, especialmente con Colombia, que costaría al país al menos un 40% de los alimentos y medicinas necesarios para satisfacer la demanda interna.

Maduro había dicho este año que presentaría una polémica "Tarjeta de Abastecimiento Seguro" para contabilizar los comestibles que se compran en la red de distribución estatal, levantando las críticas de la oposición que la denunció como el último paso hacia la "cubanización".

La medida anunciada el miércoles de establecer un "sistema biométrico", con máquinas que registren las huellas de los compradores también en los distribuidores privados de alimentos, se presenta como una extensión del plan original.

"(Debemos ir) al establecimiento, como debe explicarse, del sistema biométrico en todos los sistemas de distribución y comercialización, públicos y privados", dijo Maduro, en una cadena de radio y televisión, donde juramentó a varios comandos gubernamentales contra el contrabando en estados fronterizos.

Maduro no entregó detalles de cómo funcionará el sistema de registro, ni si será establecido en todo el país o sólo en los estados fronterizos.

Dijo que sería similar al sistema de capta huellas del registro electoral donde los venezolanos deben registrarse antes de sufragar.

"Lo comparo con el sistema electoral, porque es el mejor del mundo. El sistema de distribución, comercialización a través del sistema biométrico será un sistema perfecto. Estoy seguro", añadió.

A grandes rasgos, el objetivo es evitar que una misma persona compre grandes cantidades de alimentos para revenderlos después en el mercado negro o contrabandearlos a Colombia, donde un kilo de harina venezolana es vendido hasta seis veces más caro.

Maduro también dijo que se procederá a la confiscación inmediata de los bienes e inmuebles que se comprueben estén involucrados en el contrabando de alimentos y medicinas.

Venezuela decidió cerrar desde la semana pasada y durante un mes, el tránsito a través de la frontera con Colombia durante la noche para evitar el lucrativo contrabando transfronterizo, donde se extrae la gasolina más barata del mundo y alimentos fuertemente subsidiados.

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Colombia rechazó la medida "unilateral"

Venezuela sufre una alta inflación, atizada por un desabastecimiento de alimentos y productos básicos como jabón y desodorante, que ha puesto bajo presión la popularidad de Maduro, el heredero político del fallecido Hugo Chávez.

Críticos de Maduro dicen que el sistema socialista venezolano está a punto de colapsar y que el contrabando y las largas colas para comprar comida son síntomas de una economía que debe alejarse de los controles de cambio y precios que emulan a los establecidos por su aliado, el líder cubano Fidel Castro.

La libreta de racionamiento cubana, que después de medio siglo de implementación estaría cercana a ser abolida, es necesaria para comprar en la mayoría de los comercios cubanos.

El antecedente cubano

Oficialmente, la libreta en la isla surgió el 12 de julio de 1963 con la creación de las Oficinas de Control y Distribución de Alimentos (OFICODA). Se entregó por núcleo familiar y después también abarcó a las prendas de vestir y calzar.

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Imagen de la libreta de racionamiento de una familia cubana

Fidel Castro la presentó la presentó como una solución económica para muchas familias en la isla. El programaregula la venta de alimentos a precios subsidiados en una red de almacenes oficiales, una idea que en Venezuela fue imitada por Hugo Chávez y Nicolás Maduro pretende ahora profundizar.

El objetivo del surgimiento de la libreta cubana estaba encaminado a regular e igualar la distribución y que a cada cual le tocara lo mismo, a precios controlados centralmente. La Revolución llegó con la política de que la gente tuviera acceso a un consumo mínimo. La libreta es eso: un consumo mínimo; una canasta básica elemental a un precio accesible de acuerdo con el salario medio.

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En la imagen se puede ver el precario mecanismo de control implementado por el régimen de la isla

Sin embargo, a más de cincuenta años de su creación, los productos ofrecidos no son suficientes, y las familias deben recurrir al mercado negro para sobrevivir. La cantidad de alimentos contemplados en la libreta comenzó a estrecharse con la crisis cubana de los años noventa posterior a la disolución de la Unión Soviética.

La cantidad de productos subsidiados siguió en descenso desde que en 2008 el dictador Raúl Castro eliminó "subsidios y gratuidades indebidas", por lo que las papas, los cigarrillos, el jabón y la pasta de dientes dejaron de estar en la libreta. En consecuencia, las familias deben recurrir al mercado negro y pagar precios desorbitantes en relación con sus ingresos.

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