El cronista de Global Post James Wright Foley estaba cautivo en Siria desde 2012, pero su trabajo cubriendo las guerras de la Primavera Árabe había comenzado en 2008.
Entre sus trabajos más conocidos estaba la cobertura de la guerra que terminó con la destitución de Muammar Khadafi en Libia, un conflicto durante el cual cayó prisionero mientras cubría una batalla en la que murió asesinado por fuerzas khadafistas el fotógrafo Anton Hammerl, uno de sus compañeros.
Una vez liberado, Foley se sintió responsable de ayudar a la familia del fallecido, por lo que impulsó una campaña para recaudar fondos para la familia del reportero. En ese plan, contó el incidente en el informe que se puede ver en el video.
Allí relata cómo ansiaban llegar al frente de batalla para tomar las mejores imágenes. Junto a Manu Brabo, Clare Morgana Gillis y el mencionado Hammerl atravesaron uno a uno los checkpoints rebeldes. A pesar de las advertencias sobre los peligros que acechaban, siguieron adelante.
Foley llegó al frente de batalla libio con tres compañeros: uno no sobrevivió
Finalmente, consiguieron llegar a su objetivo, pero se vieron sorprendidos por una batalla y decidieron refugiarse a un costado del camino por el que volaban proyectiles de todo tipo.
"Fue un gran error", recordaba Foley en un testimonio posterior, ya que las fuerzas de Khadafi avanzaron y los tomaron por rebeldes, abriendo fuego contra ellos.
"Escuché a Anton gritando detrás de mí: 'Socorro, socorro'. Él no se había podido cubrir como yo... mi corazón se me pegó al estómago. 'Anton, Anton, ¿estás bien? Vino otra ráfaga de balas sobre nosotros y escuché un lejano "No". Vino otra ráfaga de balas, pregunté otra vez y ya no tuve respuesta. Entonces pensé: 'Vamos a morir, vamos a morir aquí'".
Pero no fue así. Foley decidió jugarse sus chances de sobrevivir aprovechando un momento en el que dejaron de silbar las balas. Con las manos arriba, consiguió que los soldados libios entendieran que no se trataba de rebeldes sino de periodistas, y a pesar de recibir sendos golpes, logró conservar su vida y la de los otros dos cronistas que lo acompañaban.
La muerte de su compañero fotógrafo lo golpeó: organizó una campaña para abastecer a la familia
Sin embargo, la muerte de Hammerl lo golpeó. Por eso se comprometió con la idea de asistir a sus familiares, antes de regresar al trabajo. "Los freelancers toman algunos de los riesgos más grandes para proveer de noticias a los medios. Es importante tomar conciencia de que fueron asesinados tres fotógrafos en Libia (...) y por supuestos estas muertes en Siria. Así que es la Primavera Árabe ha tenido un costo terrible para los periodistas free lance", advertía en una entrevista posterior con la cadena BBC.
Rebeldes libios huyen del Ejército de Khadafi durante la guerra en Libia
Poco tiempo después volvió al trabajo. Esta vez su destino era Siria, donde el Ejército de Bashar al Assad combatían contra un caótico ejército de fuerzas opositoras entre las que el mismo Foley advertía en su última nota para Global Post: "La oposición está profundamente infiltrada tanto por mercenarios internacionales como por grupos terroristas". Uno de ellos, el Estado Islámico, hoy se arroga haberlo decapitado para escarmentar a los Estados Unidos.