"Lo más fácil sería que me retire en el 2017 como uno de los mejores presidentes de nuestra historia", comentó el mandatario en una entrevista televisiva reciente que publica el diario.
The Wall Street Journal hace hincapié en las opiniones de los opositores, que lo definen como un líder "semiautoritario", que controla todos los resortes del poder y tiene planes de quedarse muchos años más.
La Corte Constitucional de Ecuador, cuyos jueces están aliados con el presidente, está ahora deliberando una propuesta del Partido Alianza País gobernante para permitir la reelección indefinida para cada cargo público. Eso, sin dudas, le abriría el camino a Correa.
El periódico agrega que siendo popular después de siete años en el cargo, es probable que Correa gane otra elección presidencial en 2017 y se mantenga en el poder mucho tiempo más. "El anhelo de todos los autócratas es mantenerse en el poder de por vida. Ése fue el plan de Correa desde el principio", dijo Osvaldo Hurtado, ex presidente de Ecuador.
El diario compara esta actitud de Correa con el régimen chavista, que mantuvo como máximo exponente a Hugo Chávez, quien murió en el poder el año pasado y ya llevaba más de una década conduciendo los destinos de Venezuela.
"Mi posición siempre fue sincera contra la reelección", dijo Correa en un discurso a la nación en mayo. Sin embargo parece que cambió de parecer: "Pero después de una profunda reflexión, y muy consciente de que a veces nuestras elecciones son entre el menor de dos males, he decidido apoyar esta iniciativa", confesó.
The Wall Street Journal también muestra cómo los aliados latinoamericanos de Correa, que conforman el grupo de lo que ellos mismos llaman el "socialismo del siglo XXI", han extendido sus presidencias. El mencionado Chávez fue un ejemplo de ello, pero no el único. También lo hicieron Daniel Ortega en Nicaragua y Evo Morales en Bolivia.