Los yihadistas del Estado Islámico (EI) en Siria e a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Irak/a representan una amenaza directa para el a href="URL_AGRUPADOR_162/reino-unido-a509" rel="noopener noreferrer" Reino Unido/a, que debe emplear todas sus "capacidades militares" para frenar su avance, declaró este domingo el primer ministro británico, David Cameron.
Según el líder conservador, quien publica una columna en el Sunday Telegraph, el país no debería desplegar tropas en Irak, pero sí reflexionar sobre la posibilidad de cooperar con Irán para combatir la amenaza yihadista.
Cameron advirtió que Occidente se enfrenta a una "lucha generacional". "Si no actuamos para detener el asalto de este movimiento terrorista extremadamente peligroso, continuará reforzándose hasta alcanzarnos en las calles del Reino Unido", afirmó.
"Reconozco que deberíamos evitar enviar armas para combatir o con un objetivo de ocupación, pero debemos admitir que el mejor porvenir que queremos requiere un plan a largo plazo", consideró.
La seguridad sólo puede ser garantizada "si empleamos todos nuestros recursos -ayuda, diplomacia, nuestras aptitudes militares", escribió, añadiendo que el Reino Unido debe cooperar con países como Arabia Saudita, Catar, Egipto, Turquía, "e, inclusive, quizás con Irán".
Un obispo anglicano de alto rango criticó este domingo la política de Cameron en Oriente Medio en una carta apoyada por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
"No tenemos, parece ser, una aproximación coherente o global al extremismo islámico tal como se desarrolla en el mundo", escribe el obispo de Leeds, Nicholas Baines, en su carta enviada al diario The Observer.
Por otra parte, el ministro de Defensa, Michael Fallon, anunció que continuarán los vuelos de vigilancia en el norte de Irak para intentar impedir nuevos ataques contra las minorías.
El jueves, la oficina de Cameron indicó que Gran Bretaña examinará "favorablemente" la posibilidad de proporcionar armas a los kurdos que combaten a los yihadistas en Irak si hay una demanda en este sentido.
Hasta ahora, Londres se limitó a ayudar a transportar material militar donado por otros países a los kurdos, evitando desempeñar un papel más directo en el conflicto.