El becario Michael Sayman, nacido en Miami e hijo de madre peruana y padre boliviano, es el empleado más joven de la compañía que dirige Mark Zuckerberg.
Tiene una casa en Mountain View, un autobús para ir y volver del trabajo, y las tres comidas del día, con platos de todos los estilos, que se sirven en las oficianas. Es que a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Facebook/a se ocupa de que Sayman no tenga otra preoupación que la de programar.
De acuerdo con el diario El País, Sayman es un autodidacta, que se dedica a la programación desde que tiene 13 años. Desde el mes de mayo, cuando recibió una llamada de la red social, a href="URL_AGRUPADOR_162/mark-zuckerberg-a1077" rel="noopener noreferrer" Mark Zuckerberg/a le ofreció ingresar en la compañía como becario. Desde entonces, no hay encuentro o conferencia en el que el dueño de Facebook no presente a este joven como su trofeo más preciado: Sayman se ha convertido en la sensación de Silicon Valley.
Aunque la beca en Facebook es solo "un trabajo de verano", la joven promesa sabe que le ayudará una vez que llegue a la universidad. "Me gustaría ir a Stanford o alguna del valle, pero no me puedo permitir el precio. Solo en Florida me dan beca. Ahora se matarían por mí; pero cuando pedí la plaza, no", se lamenta.
"Quiero saber por qué algo llega al número uno en la AppStore", dice Saymon a El País. La afirmación es curiosa porque son justamente las aplicaciones creadas por él las que copado esos puestos.
Con 13 años aprendió a programar por su cuenta, siguiendo los pasos en vídeos de YouTube. Pidió a su madre prestados 100 dólares para darse de alta como desarrollador de Apple. A la semana ya había hecho caja y se los devolvió. En un mes, juntó 3.000 dólares gracias a las descargas de Club Penguin, basada en los personajes del canal Disney.
A pesar de que su espejo y mentor, Mark Zuckerberg, no terminó los estudios, Sayman se niega a seguir sus pasos: "Nunca sabes qué va a pasar, tengo que tener mi título. Sé lo que cuestan las cosas".
"Nunca sabes qué va a pasar, tengo que tener mi título. Sé lo que cuestan las cosas"
Los intentos por ganarse el cariño de su hermana (cuatro años mayor que él) y sus amigas fue la motivación para su gran éxito, i4Snaps/i. Sayman se fijó en cómo se intercambiaban fotos y trataban de adivinar conceptos a través de mensajes en el móvil. A partir de ahí comenzó a programar. La mecánica es sencilla: se conecta con los amigos de Facebook, se toman cuatro imágenes que se colocan en una cuadrícula y gana el que primero adivine a qué concepto se refiere. Poética visual comprimida.
En un mes superó 600.000 descargas. Desde su aparición se ha instalado más veces que, por ejemplo, la mensajería Line.
"No esperaba este éxito, aunque no hay nada que hacer con mi hermana. Cuando fui a su habitación a contárselo me dijo: 'ah, vale', y siguió a lo suyo. Todo es poco para esta chica", dijo resignado.