Las imágenes provocaron un escándalo. En una de ellas, la bebé aparece acostada con el chupete en la boca.
De cada lado, dos trozos de cinta metalizada se lo sujetan a las mejillas. Así, no puede hacer ni siquiera el ruido que provoca la succión.
En otra de las fotos, la niña de sólo unos meses está acurrucada dentro de una fuente para horno. A su alrededor hay papas crudas, listas para ser cocinadas.
Sólo unas horas después de que Jackie Sheaks publicara las imágenes en su cuenta de Facebook, los comentarios con críticas y repudios se contaban de a cientos. El asunto no tardó en llegar a los medios locales de Columbia, Ohio.
"Todo comenzó como una broma. Pusimos un poquito de cinta en el chupete porque estábamos haciendo tonterías", aseguró en una entrevista con 10TV.
La situación ameritó la intervención de las autoridades. El sheriff de la ciudad y agentes del Servicio de Protección de Niños fueron a interrogar a los abuelos y a verificar el estado de la bebé.
Tommy Sheaks, el abuelo, optó por victimizarse. Aseguró que nunca le harían nada malo a su nieta, pero que ahora estaban siendo acosados por las redes sociales.
Su esposa fue un poco más autocrítica. "Lo que nosotros consideramos divertido, otras personas no. Nunca volverá a ocurrir. Aprendimos la lección", dijo Jackie.
Según trascendió,
, que ni siquiera se molestó con sus padres.