Una venezolana, detenida con cocaína en sus implantes mamarios

La policía española la descubrió en el aeropuerto de Madrid. La mujer fue ingresada a un hospital, donde se le retiraron de los senos dos bolsas con 1,7 kilos de droga

163

La mujer, de 43 años, había llegado a Madrid en un vuelo procedente de Bogotá. Todo fue bien para ella, hasta que su comportamiento hizo sospechar a los agentes antidroga, quienes procedieron a controlar la maleta que había facturado y sus pertenencias.

Los agentes no encontraron nada en ellas, hasta que el cacheo personal detectó ciertas irregularidades en ambos senos de la mujer. Fue en ese momento que la pasajera se mostró nerviosa y confesó que llevaba unos implantes con cocaína dentro de las mamas.

De inmediato, fue trasladada a un hospital madrileño, donde se le extrajeron las prótesis. En su interior llevaba 1,7 kilos de cocaína. La venezolana ha quedado ahora detenida por narcotráfico.

No es la primera vez que la policía española se enfrenta a este método, ante la inventiva de los narcotraficantes a la hora de ocultar droga para intentar introducirla en el país, principal puerta de entrada en Europa de la cocaína procedente de Latinoamérica.

El 12 de diciembre de 2012, una panameña había sido detenida con 1,4 kg de cocaína a su llegada al aeropuerto de Barcelona en un vuelo procedente de Bogotá.

La mujer presentaba dos heridas aún abiertas en la parte inferior de ambos senos, cubiertas con gasas manchadas de sangre, a través de las cuales se podían ver la prótesis repletas de droga, habían explicado.

La Policía de España tiene un equipo especial de control de drogas en el aeropuerto internacional de Madrid, Barajas.

La atención de los controles se concentra sobre todo en los considerados vuelos "calientes", es decir aquellos que provienen de países de riesgo, como Colombia.

Entre el 1 de enero y el 15 de julio, los agentes han incautado 493 kilos de cocaína transportada por 189 personas. Los sitios que las "mulas" utilizan para intentar ingresar la droga son variados: desde tapas de libros, hasta pelucas o pañales. Las prótesis mamarias son, sin duda, de las elecciones más riesgosas.