Lubertino denunció a un ministro porteño por la habilitación de un local en la ex confitería Richmond

Se trata de Hernán Lombardi, a cargo de la cartera de Cultura. La candidata a Jefe de Gobierno lo acusa de incumplimiento de los deberes de funcionario público por omitir cuidados y controles

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María José Lubertino presentó una denuncia penal contra Hernán Lombardi, ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires por incumplimiento de los deberes de funcionario público. La candidata a Jefa de Gobierno presentó pruebas que involucran al funcionario en la habilitación irregular del nuevo local deportivo que funciona en las instalaciones de la tradicional confitería Richmond.

La acusación concreta de Lubertino es haber "omitido los cuidados y controles para la protección patrimonial del Bar notable Richmond tal como se lo exige el amparo vigente y las leyes de conservación del patrimonio histórico porteño".

"Han convertido un bar tradicional de la Ciudad, que es parte de la cultura popular, en un Shopping al mejor estilo neoliberal, privatizador de la cultura", afirmó Lubertino.

No es la primera vez que la vicepresidenta del Frente Grande denuncia al ministro de Cultura proteño. Las otras dos ocasiones también estuvieron relacionadas con la entrega del patrimonio cultural: la demolición de la antigua residencia de Alfonsina Storni y la venta del piso del escenario del Teatro Colón. Todas estas denuncias quedaron asentadas en el juzgado Nº7 a cargo del Doctor Raúl García y de la Fiscalía Nº2 de la Ciudad.

En el expediente, se detallan los faltantes de parte del revestimiento de pared, arañas y candelabros, además de mesas, sillas, sillones del sótano y del salón de billar, mesas de billar, mesas de pool, tacos, apliques de iluminación de pared y cuadros de la ex confitería, hoy convertida en un negocio de ropa deportiva.

"El patrimonio cultural histórico de los porteños, de la cual la Richmond es una parte insustituible, está amenazado por la impericia y connivencia de los funcionarios del Pro con el negocio inmobiliario", disparó Lubertino.

La confitería Richmond fue

y era frecuentada diariamente por

y varios escritores del denominado

, como Leopoldo Marechal, Raúl González Tuñón y Ricardo Güiraldes entre otros.