Un jubilado, una secretaria retirada y un ingeniero eléctrico fueron los tres casos de argentinos afectados por la falta de acuerdo con los holdouts que la American Task Force Argentina (ATFA) escogió para presentar a "los 'buitres' de la Argentina".
A través de una solicitada publicada en los principales diarios nacionales, la entidad dedicada a defender los intereses de los tenedores de bonos que no ingresaron al canje apuntó contra el gobierno nacional por la situación de "los más de 61.000 tenedores de bonos que no han recibido ni siquiera un centavo por parte de Argentina durante más de 13 años". Lo que no menciona es que entre esos acreedores, los principales son los multimillonarios fondos especuladores Aurelius y Elliott Management.
"Argentina declara que paga sus deudas, pero se ha negado hasta a sentarse a negociar con estos tenedores de bonos", señalaron, en la solicitada que se publicó bajo el título "Conozca a los 'buitres' de la Argentina", junto con una foto de alguno de los afectados. De entre ellos, destacaron los casos de tres argentinos a los que el Gobierno acusa "de 'buitres' y 'especuladores'".
Primero, pusieron el caso de Norma Lavorato, de 85 años, quien "se negó a aceptar las ofertas unilaterales de canje hechas por el Gobierno argentino y se indignó ante la actitud de 'tomalo o dejalo' que ostentó en ambas ocasiones". Luego, recordaron la situación de Horacio Vázquez, de 57 años, "ingeniero eléctrico y padre de tres hijos, [que] no ha recibido un centavo de lo que le debe Argentina durante más de 13 años". Por último, recordaron el caso de María Elena Corral, de 77 años: "Trabajó de secretaria durante 40 años e invirtió todos sus ahorros en bonos argentinos como un acto de patriotismo. Todavía está esperando que su gobierno haga lo correcto y acuerde con los inversores como ella".
Como en cada una de sus solicitadas, la ATFA cerró con el mismo lema: "No se deje engañar acerca del default argentino. No es demasiado tarde para que Argentina acuerde con sus acreedores".
A fin de julio venció el periodo de gracia que la Argentina tenía para cumplir con el pago a los bonistas que sí habían ingresado al canje de deuda. Debido a que el juez Thomas Griesa se negó a levantar la medida que impedía esa transferencia, el país quedó en lo que los mercados definieron como un "default selectivo".
Ante ese panorama, los bancos nacionales intentaron comprar a los holdouts su deuda para esperar al 1º de enero, cuando vencerá la cláusula RUFO que obliga a pagar el mismo monto a todos los acreedores, y reclamar el dinero al Gobierno. Esa alternativa falló y ahora quienes llevan las negociaciones son los bancos internacionales y algunas grandes compañías. Por el momento no se conoce que haya ningún acuerdo cerca de ser firmado.