El virus del Ébola llegó a la tapa de todos los diarios del mundo y cada vez ocupa más páginas y centímetros de las noticias y minutos de radio y televisión. No es para menos: el nivel 3 que alcanzó el alerta que el último viernes disparó la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el brote epidemiológico que azota la zona occidental de África fue contundente y ya tiene historia: es la nota más alta y la misma que logró el brote de Gripe A H1N1 en 2009 y da cuenta de una emergencia pública sanitaria mundial.
Frente a estas altas dosis de sobreinformación ahora llegó el tiempo del discernimiento.
Son cuatro los países de la zona occidental del África castigados por el peor brote del virus Ébola de la historia: Guinea, Sierra Leona, Liberia y Nigeria. Y en palabras de la propia Margaret Chan, directora general de la OMS, se trata del brote más complejo y más severo en cuatro décadas de existencia de esta enfermedad.
El virus del Ébola tiene una alta letalidad -entre el 50% y el 90% - y aún no existen vacunas, medicinas, ni tratamientos específicos para atenuarlo.
Resulta fundamental adoptar medidas de prevención y control de los posibles casos.
El único atenuante que el Ébola tiene para ofrecer frente a la influenza pandémica es la cadena de contagio: no tiene transmisión aérea como el virus de la gripe.
Toda epidemia que se desata feroz tiene un fuerte costado humano detrás y el Ébola no escapa a la regla. La dificultad de contener el brote también tiene que ver con cuestiones culturales de la propia África profunda. Allí donde aún los muertos se siguen velando según los ritos del Islam de la mayoría.
Y aunque cada vez más mezclados con los cristianos fruto de las corrientes migratorias, se siguen lavando los muertos con las manos y se los vela por días y días en las casas. Todo esto atenta contra las medidas sanitarias necesarias para que se pueda controlar la enfermedad.
¿Puede llegar el virus a nuestro país? es una pregunta que resuena válida frente al anuncio de pandemia mundial.
Si bien el movimiento de personas entre Argentina y los países donde se ha documentado la transmisión de la enfermedad no es frecuente, la potencial vía de introducción del virus del Ébola (EVE) en el territorio argentino es el ingreso de viajeros afectados desde zonas con transmisión activa, aunque el país no dispone de vuelos directos con los países donde se registra el brote.
El doctor Eduardo López jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y Presidente de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP) explica a Infobae: "Es muy poco probable que el virus del Ébola llegue a la Argentina debido a que el movimiento de viajeros a los países como Guinea, Sierra Leona, Liberia e incluso Nigeria es poco común. Se debe, sin embargo tener en cuenta los aeropuertos de países que tienen conexión con Argentina, particularmente los europeos y Sudáfrica, por tener un transporte aéreo fluido con nuestro país. También debemos agregar que si se comienza a manejar la epidemia en forma más activa es posible que se logre el bloqueo de la misma".
Argentina ya impulsa una serie de estrategias y acciones coordinadas desde el Ministerio de Salud de la Nación hacia todo el país y se prepara para detectar una eventual introducción de casos de Ébola en su territorio.
En diálogo con Infobae, el médico infectólogo argentino Daniel Stamboulian, Presidente de FUNCEI y Director médico de Stamboulian Servicios de Salud, detalla que si bien el riesgo de que el virus "desembarque" en nuestro país es bajo, ya que no existen vuelos que provengan de los países epidémicos, aquellas personas que provengan de países de África Occidental deben estar en conexión con algún centro médico hasta 21 días, que es el período de incubación de la enfermedad".
Las estrategias sanitarias nacionales involucran a una red de hospitales como centros de referencia, distribución de información técnica a todas las direcciones de epidemiología del país y a la red de laboratorios. Además de un trabajo consensuado con los centros de salud y el sistema aeroportuario nacional acorde a los lineamientos planteados de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se trata de extremar la vigilancia ante la potencial recepción de casos.
Lilian Testón, médica infectóloga y coordinadora del departamento de epidemiología de la Fundación Centro de Estudios Infectológicos (FUNCEI) analiza a Infobae: "La posibilidad de que el virus se transmita en la Argentina es muy baja. Sobre todo porque hasta ahora no existen vuelos directos que aterricen aquí desde África occidental donde está el epicentro del brote. Pero hay que considerar que en aquellos países de África Occidental existe mucho traslado de personas entre las fronteras; algo que sin duda colaboró a la diseminación del virus. Pero habrá que estar alerta a pasajeros que hayan pasado por aquella zona y hayan hecho escala en otros países".
Así la normativa del screening en los pasajeros de alto riesgo que provengan de África es muy válida: se tiene que tomar la fiebre y hacer un seguimiento por los próximos 21 días que es el período de incubación. El paciente contagia en la fase de vómitos y diarrea.
Casos bajo sospecha
Se considera caso sospechoso a toda persona que haya tenido fiebre (mayor a 38°); contacto con algún caso confirmado de Ébola en los 21 días anteriores a la aparición de síntomas y que haya viajado a regiones con circulación confirmada del virus.
Otros síntomas de la enfermedad son dolor muscular, de cabeza y garganta y debilidad. La enfermedad evoluciona con vómitos, diarrea, rash, fallo renal y hepático y hemorragia masiva interna y externa. En el estadio final, los pacientes desarrollan un fallo multiorgánico.
Ante el arribo de casos sospechosos al país, el Ministerio de Salud de la Nación dispuso las siguientes medidas:
1- Serán aislados y evaluados según el plan de contingencia del punto de entrada.
2- Serán trasladados, cumpliendo con las medidas de protección adecuadas, a alguno de los establecimientos nacionales designados a la fecha como hospitales de referencia: el Hospital Militar Central "Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich"; el Hospital de Alta Complejidad El Cruce "Néstor Carlos Kirchner" (en la localidad de Florencia Varela) y el Hospital de Pediatría "Juan Garrahan".
El laboratorio nacional de referencia que se ocupará de analizar las muestras y confirmar los casos, en caso de ser necesario, es el INEI-ANLIS "Carlos Malbrán".
La doctora Mónica Foccoli, directora del Programa de Epidemiología Hospitalaria del Hospital de Clínicas, explica a Infobae: "El virus hasta hoy está concentrado en los países de la zona occidental de África y el mayor riesgo hoy para la Argentina lo representa el traslado de algún pasajero por avión o barco proveniente de algunos de estos países. La OMS fue precisa en su alerta en el cuidado con los pasajeros febriles que provengan de esos países o vuelos de conexión. A su vez el grupo de los cuatro países africanos más afectados Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria como son países que tienen una alta circulación fronteriza ya cerraron sus fronteras lindantes para brindar más control a la enfermedad".
Agrega Foccoli: "La cadena de transmisión del virus es de los animales a las personas, y de las personas a las personas; y el contagio se produce por contacto directo con los fluidos del paciente. A través de las membranas mucosas o de soluciones de continuidad de la piel con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos. No está demostrada la transmisión aérea".
Todas las medidas de prevención se centran en las precauciones estándares: aislamiento de contacto y aislamiento de gota, sobre todo para el personal de salud o los allegados al enfermo. Se trata de crear una barrera impermeable ante el riesgo de salpicadura del paciente por vómitos, diarreas y sangrado.
Un virus feroz
Ya en diciembre de 2013 en las publicaciones especializadas se habló de un rebrote del virus cuando falleció una niña de dos años con síntomas parecidos al Ébola; pero como nunca se obtuvo el cultivo, ni los estudios definitivos, no se la pudo diagnosticar como Ébola y poder así iniciar medidas de prevención.
Dice Testón a Infobae: "Este virus es muy riesgoso para los convivientes y el personal de salud que está expuesto a personas enfermas, ese es el verdadero grupo de personas en extremo riesgo en estos momentos. Sin duda, entre las razones de por qué se hace tan difícil controlar el virus es que los países africanos no están preparados para afrontar una tragedia sanitaria de esta magnitud"
Hasta la fecha y según las últimas estimaciones de la OMS en los cuatro países afectados se reportaron 1711 casos y 932 muertes: En Sierra Leona: 691 casos (576 confirmados, 49 probables y 66 sospechosos); 286 muertes.
En Liberia: 516 casos (143 confirmados, 252 probables y 121 sospechosos); 282 muertes.
En Guinea: 495 casos (351 confirmados, 133 probables y 11 sospechosos); 363 muertes.
En Nigeria: 9 casos (0 confirmados, 2 probables y 7 sospechosos); 1 muerte.
El virus se detectó por primera vez en 1976 en Nzara (Sudán) y Yambuku (República Democrática del Congo) zona de selvas tropicales; esta última aldea se ubica cerca del río Ébola, que da nombre al virus. Existen cinco especies del virus del Ébola: Bundibugyo, Côte d'Ivoire, Reston, Sudán y Zaire.
En la primera etapa los síntomas corresponden a la aparición súbita de fiebre; debilidad intensa y dolor muscular, de cabeza y de garganta. Y en la segunda etapa: vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática; hemorragias internas y externas. En análisis de laboratorio aparece una disminución del número de leucocitos y plaquetas, así como elevación de las enzimas hepáticas. Y la incubación es de 2 a 21 días.
El virus del Ébola produce una enfermedad hemorrágica febril. Es considerada una patología severa con una alta tasa de letalidad que va del 50 al 90 por ciento y afecta a personas de todas las edades. Como no existe vacuna, ni tratamiento específico probado resulta fundamental adoptar medidas de prevención y control de los posibles casos.
Detalla López a Infobae: "Argentina debe tomar algunos recaudos especialmente en los aeropuertos pero también por la vía marítima. Y no sólo de viajeros sino también de tripulantes, es posible que barcos con pabellón liberiano puedan atracar en nuestros puertos. Por ello el viajero febril debe examinarse con cuidado y tomando los recaudos y si procede de las zonas afectadas deben aislarse y solicitar los exámenes correspondientes para descartar la enfermedad y aislarlos en centros de alta complejidad, que tengan capacidad de aislamiento estrictos de contacto dado que el virus se elimina por orina, materia fecal, sangre, secreciones y sudor".
Alerta rojo al viajar
Si bien la OMS determinó que no debe existir una prohibición general para los viajes y el comercio internacional salvo que se trate de casos con ébola o personas que estuvieron en contacto con algún infectado, quienes viajen a las zonas afectadas deben contar con información sobre los riesgos, las medidas de prevención y manejo ante una posible exposición al virus.
Para el médico infectólogo argentino Daniel Stamboulian lo más importante es el monitoreo de los viajeros que lleguen de la zona epidémica y que presenten síntomas (vómitos, diarrea, fiebre, hemorragia) o aquellos que estén asintomáticos. Debe realizarse su seguimiento por un período de 21 días.
Y viajar a la zona únicamente por cuestiones de fuerza mayor. Ante la confirmación de un caso de infección deberá ser notificado a las autoridades sanitarias para disminuir el riesgo de diseminación.
Agrega Stamboulian respecto de si los centros de salud y hospitales deben tener algún mecanismo de alerta: "Existen normativas y algoritmos para el manejo de pacientes sospechosos como el aislamiento del paciente; y las prácticas seguras cuando se realicen procedimientos como extracción de sangre, manejo de fluidos corporales (vómitos, diarrea, etc) que son altamente contagiosos. Y contar con equipos de protección para el personal de salud (guantes, barbijo, protectores oculares, camisolín descartable). Además del manejo adecuado de los residuos del paciente y por último la disposición segura de cadáveres.
Consenso estratégico
El viceministro del Ministerio de Salud de la Nación Jaime Lazovski encabezó ayer una reunión interministerial junto a representantes gubernamentales, de organismos internacionales e instituciones de la sociedad civil para la preparación ante el ingreso de posibles casos de Ébola a la Argentina.
Los objetivos de las acciones previstas apuntan a detectar un caso sospechoso con la mayor celeridad posible, evitar la propagación del virus en caso de que ingrese y desarrollar la capacidad de confirmar o descartar la infección por virus de Ébola.
Expresó el viceministro Lazovski a Infobae: "A pesar de no existir vuelos comerciales directos desde los cuatro países africanos afectados por el brote hacia Argentina, desde la semana pasada ya están en alerta los principales aeropuertos y puertos internacionales y pasos fronterizos del país para detectar posibles casos de personas con sintomatología compatible con ébola".
Además, las autoridades sanitarias nacionales informaron que, como parte de los preparativos para la detección de casos, ya se cuenta un registro anticipado de los barcos mercantes extranjeros que visitarán el país.
Alejandro Collia, ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, se refirió al respecto: "Nuestro sistema de salud está en alerta epidemiológica. Los hospitales de referencia definidos serán los que cuenten con condiciones para el aislamiento del enfermo, equipos para protección del personal y profesionales capacitados en prevención y control de infecciones".
La infectóloga Testón concluye: "Abriendo una esperanza en la búsqueda de un tratamiento que pueda detener tanto dolor: "Hoy en pleno brote se están suministrando a algunas personas que se han contagiado y de forma compasiva -en casos con un pronóstico irreversible- un fluido específico en fase experimental, de anticuerpos monoclonales diseñados por ingeniería genética exclusivamente para el virus del Ébola". La ciencia de nuevo tiene de su lado la última palabra.