"Estamos listos para un cese del fuego para evitar la proliferación de un desastre humanitario en Donbass", dijo en un comunicado Alexander Zakharchenko, primer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, refiriéndose a la zona del este de Ucrania donde se libran los combates.
Advirtió que Donetsk, el principal centro industrial que es también el centro de la resistencia rebelde, enfrenta falta de alimentos, agua y electricidad, pero dijo que los rebeldes están listos para defender a la ciudad de cerca de un millón de personas.
"En el caso de una incursión contra la ciudad la cantidad de víctimas aumentará en magnitud. Nosotros no tenemos corredores humanitarios. No hay suministro de medicinas. Las existencias de alimentos casi se han agotado", dijo.
Funcionarios ucranianos han dicho que están listos para acorar un cese del fuego, pero bajo la condición de que los rebeldes entreguen sus armas. La oficina del presidente ucraniano, Petro Poroshenko, no estuvo disponible para comentar inmediatamente el comunicado de Zakharchenko.
Más temprano, Kiev dijo que había impedido un intento de Rusia de enviar a sus tropas a Ucrania camufladas como fuerzas de paz para provocar un conflicto militar a gran escala, algo que Moscú calificó de "cuento de hadas".
Ucrania ha hecho varias declaraciones de ese tipo sobre supuestas agresiones rusas durante el conflicto con los separatistas en su frontera oriental Rusia, pero las afirmaciones no se han podido verificar de forma independiente.