La oficina de prensa del Vaticano distribuyó una nota en la que Francisco hace un llamamiento a la comunidad internacional para que ponga fin a "este drama humanitario y proteja a todos los que están siendo amenazados por la violencia", y que provea de "las ayudas necesarias para todos los desplazados.
El Vaticano informó que el papa argentino está viviendo "con preocupación las dramáticas noticias que llegan desde el norte de Irak, donde los más afectados son las comunidades cristianas que deben abandonar sus pueblos a causa de la violencia de estos días en la región".
El Vaticano recordó las palabras del pontífice argentino del Angelus del pasado 20 de julio cuando recordó a los cristianos perseguidos en el norte de Irak y obligados a abandonar sus casas y expresó su cercanía y oración.
Ante las nuevas "angustiosas" noticias que llegan de la zona, añade el Vaticano, Francisco renueva su cercanía espiritual a todos los que están atravesando esta situación y se une a los obispos locales para invocar "el don de la paz".
El mensaje termina con la oración del papa del Angelus del 20 de julio en la que pidió "un verdadero diálogo y reconciliación" y aseguró que "la violencia no se derrota con la violencia. La violencia se gana con la paz".
Peligro de "genocidio"
Unos 100.000 cristianos huyeron del norte de Irak, donde los yihadistas tomaron Qaraqosh, la mayor ciudad de esa religión en Irak, y las zonas de los alrededores, abandonadas durante la noche por las tropas kurdas, indicaron el jueves testigos y un responsable religioso.
"Hay 100.000 desplazados cristianos que han huido con lo puesto, algunos a pie, hacia la región de Kurdistán", explicó el patriarca caldeo Louis Sako. "Es un desastre humanitario, las iglesias [de las ciudades tomadas] están ocupadas y se han retirado las cruces", añadió.
Los yihadistas tomaron el jueves Qaraqosh, la mayor ciudad cristiana de Irak, y otras zonas cerca de Mosul (norte), según testigos y representantes religiosos. Los combatientes del Estado Islámico (EI) tomaron las localidades durante la noche, tras la retirada de las fuerzas kurdas, explicaron residentes de la zona.
"Sé que las ciudades de Qaraqosh, Tal Kaif, Bartela y Karamlesh han sido vaciadas de su población y están ahora bajo control de los milicianos", indicó Joseph Thomas, el arzobispo caldeo de Kirkuk y Suleimaniya. Allí destruyeron cruces y quemaron manuscritos en las iglesias locales.
"Combatientes del EI atacaron ayer [miércoles] la mayoría de las localidades de la llanura del Nínive, disparando con mortero y tomando varias de ellas", explicó el patriarca Sako. "Tanto el gobierno como las autoridades kurdas son incapaces de defender a nuestro pueblo. Tienen que trabajar juntos, con un apoyo internacional y un equipo militar moderno", añadió.
"Es una catástrofe, una situación trágica. Llamamos al Consejo de Seguridad de la ONU a intervenir de inmediato. Decenas de miles de personas aterrorizadas están siendo expulsadas de sus casas en el momento en el que hablamos, no podemos describir lo que está ocurriendo", declaró a la AFP monseñor Thomas.
Qaraqosh es una ciudad totalmente cristiana que se encuentra entre Mosul, principal ciudad en manos de los yihadistas del Estado Islámico (EI), y Erbil, la capital regional kurda. Cuenta con una población de unas 50.000 personas.