Picadas sin control: las convocan por las redes sociales

Se organizan generalmente los domingos por la noche en distintas zonas del Gran Buenos Aires, pero van rotando de calles para no ser advertidas. Cada vez hay más denuncias de los vecinos

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Cientos de personas son atraídas por las carreras ilegales. Están quienes preparan -"tunean"- sus vehículos para correrlas, y también quienes pagan por verlas.

A las "picadas", como se las conoce en la jerga, no hay quien las controle. Y las escasas formas de ponerles un freno son burladas por los propios organizadores, que van modificando fechas y lugares para no ser descubiertos.

Son muchísimos los casos en los que la "diversión" se tradujo en muerte. Pero la tendencia sigue creciendo y las competencias de velocidad son convocadas a través de las redes sociales.

"Lo que pasa en el Conurbano es que si se erradican de Lomas se mueven a Brown, si las sacamos de Brown van para Esteban Echeverría, y así", explica Liliana Urdinguio, directora de Tránsito y Transporte de Almirante Brown.

Los intentos por evitar estas prácticas ilegales se parecen al juego del gato y el ratón: "Como en Longchamps es una curva se nos corrían para el lado de la rotonda de Los Pinos, entonces pusimos lomo de burro y con eso hemos logrado evitar que se corran para ese sector. Después se van para Glew, los corremos de ahí y van para el lado de Presidente Perón", le dijo la funcionaria al diario Clarín.

Las Picadas de Gaona son acaso las más populares. Tienen página en Facebook, y una comunidad con casi 4000 seguidores. En ellas, los fanáticos insultan a los vecinos "buchones" que los denuncian, y manifiestan sus pasiones con fotos y frases apologéticas de la velocidad. "Olvido mis problemas en una pista donde somos solo mi auto y yo".