La Argentina se subió al tercer puesto del ranking de países que más veces cayeron en default

Un estudio publicado por el semanario The Economist indica que desde el inicio del siglo XIX el país incurrió ocho veces en cesación de pagos. La mitad de los casos tuvo lugar en los últimos cinco lustros. Lideran Venezuela y Ecuador con 10 casos

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El ranking elaborado por los economistas Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff y datos de la agencia calificadora de riesgo soberano Moody's ubica en el segundo puesto con mayor cantidad de repeticiones de escenarios de cesación de pagos en las últimas dos centurias a Uruguay, Costa Rica, Brasil y Chile.

Mientras que el grupo con ocho casos se amplió con la inclusión de la Argentina desde el 31 de julio, cuando el gobierno nacional no logró que los fondos depositados en la cuenta del fiduciario en el Banco Central de la República Argentina llegaran a manos de los bonistas que debían cobrar un vencimiento del bono Discount con jurisdicción Nueva York, tras la advertencia del juez Thomas Griesa de que podría embargar esos fondos. Completan el cuadro Turquía, México y Perú.

Comparten el cuadro con la Argentina Perú, México y Turquía

El abogado Eugenio Bruno, experto en el estudio e intervención como letrado en casos de reestructuraciones de deuda, escribió en su libro El default y la reestructuración de la deuda tres tipos de default en la historia de la Argentina:

1. Típico de iliquidez e insolvencia: "Cuando Buenos Aires se encontraba quebrada, en guerra con el Brasil, en medio de conflictos bélicos internos, con un Tesoro exhausto y con una economía virtualmente inexistente, sin un PBI capaz de afrontar el endeudamiento. Los agentes financieros que arreglaron el préstamo de 1824 (Baring Brothers) y los inversores que compraron títulos fueron co-responsables por esta situación de default, al haber prestado sumas multimillonarias a un territorio que carecía de los recursos para su repago";

2. Efecto derrame de la crisis de deuda en México: "El segundo default fue en 1988, en el marco de las negociaciones entre el Gobierno y los banqueros que se había iniciado en 1982, luego de la Crisis de la Deuda de México y rápidamente propagada por toda América Latina, bajo las cuales se venían refinanciando anualmente los vencimientos que la Argentina debía afrontar. La interrupción de ese proceso ocurrió porque el Gobierno no lograba implementar con éxito duradero un programa que estabilizara la economía, permitiera la vuelta del crecimiento y contribuyera a resolver el problema de la abultada deuda externa", indica el especialista en la página 49 del libro de marras. "Entonces el gobierno se encontraba en medio de una crisis fiscal de proporciones considerables y con un reducido nivel de reservas", recuerda Bruno.

Eugenio Bruno: "En 1988 el Gobierno no logró implementar con éxito un plan de estabilización"

3. Crisis de la convertibilidad: El último caso de cesación de pagos fue en respuesta al severo debilitamiento del régimen de cambio fijo, en un escenario de deterioro de la competitividad de las empresas por los bajos precios internacionales. El default decretado por Adolfo Rodríguez Saá durante su Gobierno interino a fines de diciembre de 2001 habría sido de mala fe, ya que si bien la situación fiscal de la Argentina estaba muy lejos de ser sólida, durante 2002, fue declarado bastante antes de la fecha de vencimientos sustanciales y el presupuesto preveía fondos para ciertos pagos luego de que ésta hubiera sido reestructurada y que se esperaba tener terminada en marzo de 2002", indica Bruno.

Según esa clasificación, ahora el país ingresó en el cuarto caso de cesación de pagos, que, dada su característica particular, por ahora concentrada en un vencimiento depositado pero que no llegó a manos de los acreedores, los analistas denominan "default selectivo, efímero, acotado, inducido", etc., porque fue provocado por el rechazo a un fallo judicial adverso de la jurisdicción que eligió la Argentina para resolver eventuales litigios, como la correspondiente al juez Thomas Griesa, de Nueva York, a favor de un minúsculo grupo de bonistas que no aceptaron los términos de los canjes voluntarios de 2005 y 2010.

Bruno desconoce los otros cuatro casos que enumeran Reinhart y Rogoff, porque considera que "si bien entre 1890 y 1895 tampoco pagó la deuda, en esos casos lo hizo con el acuerdo de los acreedores que le otorgaron plazos de gracia. Y en 1982 dejó de pagar, pero los bancos no decretaron formalmente el incumplimiento", explica en la página 48 del libro citado.

En cambio, los economistas mencionados por The Economist agregan las cesaciones de pagos en las que incurrió el país entre 1950 y 1960, con la caída del segundo gobierno del general Juan Domingo Perón por parte de la Revolución Libertadora.

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