Érica Rivas forma parte de la película Relatos Salvajes, que se estrenará el 14 de agosto, y está muy feliz por la llegada al cine del filme protagonizado por Ricardo Darín y dirigido por Damián Szifrón. Además, debutará en teatro con la obra Ojo por ojo, mientras continúa en la pantalla chica con su personaje María Elena Fuseneco en Casados con hijos.
La actriz habló con la revista OHLALÁ! y dijo que vive "con felicidad" el éxito de la sitcom que protagonizaron, en 2005 y 2006, Guillermo Francella y Florencia Peña: "Hoy no tengo nada mejor para ofrecer en televisión, así que me parece maravilloso que sigan pasándolo, me gustaría que pudiéramos hacer muchos más capítulos y que hubiera más para mostrar".
Esta idea de Rivas no es tan descabellada. Los actores recibieron la propuesta para volver este año, debido al éxito que siguen teniendo en las tardes de Telefe, pero Francella se negó porque no pudo acomodarse con sus otras actividades laborales.
"No sé por qué no se puede. De lo que sí estoy segura es que no es una mochila, no es algo pesado, no es una carga, no me molesta que me encasillen", aseguró la actriz.
Por otro lado, Érica habló de su vida sentimental. En pareja hace ocho años, luego de haber pasado una década con el actor Rodrigo de la Serna, con quien tuvo a su hija Miranda, de 13 años, hoy no piensa en casarse porque le parece que "es algo del Siglo XIX".
"Si sos celosa con cuatro hermano, olvidate, porque tu padre no tiene ni siquiera las manos para acariciar a todos al mismo tiempo. Yo creo que el amor es divino, es algo hermoso sin dudas, pero no es absoluto ni para siempre. Hay que desterrar esa necesidad del 'para siempre'. ¿Por qué todo tiene que durar para siempre? Lo que fue, fue hermoso. No sé si me va a gustar siempre lo mismo. Está bueno poder cambiar, permitirte la posibilidad", afirmó Rivas.
La actriz sueña con tener otro hijo, pero a la vez le da miedo: "Me dan ganas de tener otro hijo, para que me vuelva a querer alguien porque cuando tienen 13 ya no te quieren. Cuando sos madre te agarran todos los miedos. Y además, el cuerpo, yo trabajo con mi cuerpo. Cuando tuve a Miri no me llamaba nadie para trabajar, hasta pensé que iba a tener que volver a la facultad de Psicología. Fue una depresión...".