Álvarez es una localidad santafesina cuya población no supera los 10 mil habitantes y que dista 25 kilómetros de Rosario. En un lugar donde el "boca a boca" aún es una fuente frecuente de comunicación, el rumor del sábado sobre un extraño hallazgo conmocionó a la comunidad, que siguió expectante cada paso de la excavación.
La alerta llegó cuando una pareja de poceros se topó con un elemento llamativamente duro en las profundidades del trabajo que realizaban en la esquina de las calles Ituzaingó y 9 de Julio, precisó el sitio Rosario 3. "Metí la pala y enseguida me di cuenta de que no era una piedra común y corriente lo que había ahí abajo", comentó Mario, uno de los obreros.
Conocida la noticia, se convocó a un grupo especializado en paleontología y a estudiantes de esa disciplina. Los profesionales trabajaron con precisión y extremo cuidado.
La población vivió el hecho como una fiesta. Algunas escuelas enviaron a sus alumnos a presenciar las tareas, que también eran observadas por vecinos desde los techos de la zona.
Este viernes el equipo logró extraer la pieza, que estaba cuatro metros y medio bajo tierra. Se trata del caparazón de un gliptodonte, un mamífero extinto que llegaba a medir tres metros y pesaba alrededor de una tonelada y media.
El fósil del animal, pariente del armadillo y nativo de Sudamérica, data de una antigüedad de entre 8.500 y 14.000 años, revelaron las primeras estimaciones.
Los expertos continuarían ahora la búsqueda para dar con la cabeza del animal.