The Economist: "Argentina se ve como un paria una vez más"

En un artículo que saldrá publicado en la edición impresa este fin de semana, la influyente revista inglesa asegura que un default "no beneficia a nadie". Sin embargo, cree que aún hay tiempo de reparar el "daño causado"

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En un artículo que saldrá publicado en la edición impresa de The Economist este fin de semana, la influyente revista inglesa asegura que un default "no beneficia a nadie" y que "Argentina se ve como un paria una vez más". Sin embargo, cree que aún hay tiempo de reparar el "daño causado".

"Ocho veces desafortunada" es el título que escogió el semanario económico para referirse al default más reciente, el octavo en la historia de Argentina.

"A pesar de que los inversores creen ver un patrón" en la historia de la economía local, The Economist dice que "Cristina Fernández de Kirchner insiste en que este último default no es como los otros".

El artículo comenta en detalle las idas y vueltas entre el gobierno de la Argentina y los fondos buitres y explica el punto de vista local y los inconvenientes que podría generar la aplicación de la cláusula RUFO, que le prohíbe al país realizar a los holdouts una oferta mejor a la ofrecida al resto de los bonistas.

"Sin embargo," explica la revista, "no es seguro que la cláusula se hubiera aplicado, ya que la Argentina no habría hecho el pago de manera voluntaria," sino siguiendo las órdenes del juez Thomas Griesa.

"Además, algunos de los bonistas que entraron en la reestructuración habían aceptado abandonar sus derechos. Si la Argentina hubiera realizado un esfuerzo para persuadir al resto de hacer lo mismo, podría haber tenido éxito", explica, y agrega que a pesar de las diversas sugerencias hechas por analistas y expertos, "el gobierno argentino fue lento a la hora de considerarlas y de negociar con los holdouts, y prefirió esconderse tras una indignación nacionalista".

The Economist admite que Cristina Kirchner tiene razón en decir que las consecuencias de los fallos de EEUU "han sido perversas, y han generado una gran disputa financiera en un intento de resolver una disputa relativamente pequeña".

"Pero su Gobierno no es el primero en ser golpeado con un veredicto torpe. En vez de lanzarse contra él, debería haber intentado minimizar su daño. Entrar en default no beneficia a nadie: los bonistas no van a recibir su dinero, Argentina una vez más se ve como un paria, y su economía no recibirá ni prestamos ni inversiones", dice.

Pero a pesar de las perspectivas negativas, el artículo asegura que "mucho del daño causado puede repararse".

"Aún hay tiempo de llegar a un acuerdo con los holdouts o apoyar un supuesto esfuerzo entre privados para comprar la deuda. Un arreglo rápido haría que la Argentina una vez más pueda pedir dinero al mercado internacional, y esto a su vez, ayudaría a un rápido desarrollo de sus grandes depósitos de gas y petróleo, con ingresos que harían disminuir sus problemas de dinero".

Y advierte: "Sobre todo, ayudaría a la Argentina a cambiar esa percepción de "estado canalla financiero" (rogue state)," término utilizado en las relaciones internacionales para referirse a los países que prefieren manejarse por fuera del sistema internacional.

"En el último año, la señora Kirchner parece haber intentado rehabilitar la imagen de la Argentina y resucitar su economía. Solucionó disputas financieras con los acreedores del gobierno y con Repsol. Los eventos de esta semana parecen haber eclipsado todo eso".

"Por su bien y por el de los demás, la Argentina debería cerrar los ojos y llegar a un acuerdo con los holdouts".

Traducción para Infobae: Adrián Bono / abono@infobae.com