Advierten sobre al avance de la fiebre chikungunya en América

Pasaron más de 7 meses desde el primer caso autóctono en el continente. Según la Organización Panamericana de la Salud, desde entonces se propagó: hoy afecta a más de 23 países de la región y se sospecha que 440 mil pacientes padecen esta enfermedad que se transmite por la picadura de mosquitos

DPA 162

A partir del 6 de diciembre de 2013, con los primeros reportes de fiebre chikungunya (CHIK) en el lado francés de la isla de Saint Martin, se confirmó el primer brote con transmisión local en el continente americano. Hasta el momento hubo 5.724 infecciones confirmadas y 436.586 sospechosas, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Los países más afectados son Haití y República Dominicana, que comparten el 69% de los más de 354 mil pacientes sospechosos y confirmados a la fecha por OPS en el Caribe. El virus también llegó a tierra firme y afecta a El Salvador, Brasil, Paraguay y Venezuela. También en Estados Unidos hubo 2 casos autóctonos en el estado de Florida. Por su parte, Puerto Rico declaró la epidemia luego de confirmar la infección por CHIK en 506 personas, aunque se sospecha que el número sería mayor del doble.

Por ahora en nuestro país, desde 2011 hasta la actualidad, sólo se estudiaron 34 casos sospechosos siempre relacionados con viajes, y se confirmó la infección en uno de ellos en 2011, que había visitado la India. En junio de 2014, una mujer de 40 años se atendió en los centros médicos de Stamboulian Servicios de Salud de la Ciudad de de Buenos Aires, con un cuadro compatible (dolor intenso y tumefacción en las articulaciones); un mes antes de la consulta había tenido fiebre alta por de más de 5 días y un rash generalizado en la piel. Ella había regresado de Haití, donde trabajó en una congregación religiosa rural durante seis meses.

La enfermedad y sus síntomas

El nombre chikungunya deriva de una palabra en idioma Makonde (Tanzania y Mozambique) que significa "el que camina encorvado". Aunque los síntomas son similares a los del dengue (fiebre alta, dolores musculares y de cabeza, sarpullido, dolor articular), la infección por este virus ocasiona un dolor más intenso y localizado en articulaciones y tendones, el inicio de la fiebre es más agudo y su duración más corta, y es raro observar shock o hemorragia grave. "Cuando la enfermedad es subaguda o crónica, la convalecencia puede ser de hasta un año o más y el dolor articular puede requerir tratamiento analgésico, incluyendo terapia antiinflamatoria prolongada", indicó el doctor Pablo Elmassian, médico infectólogo de la División Medicina del Viajero de Stamboulian Servicios de Salud.

Como no existe vacuna, es fundamental evitar las picaduras de mosquitos iAedes /iinfectados (en especial aegypti y albopictus). Para eso, se debe aplicar sobre la piel repelente contra insectos que contengan en su fórmula DEET al 25%, usar mangas y pantalones largos, hospedarse en habitaciones con mosquiteros de malla fina tratados con insecticida. Además, tapar depósitos de agua y eliminar envases que pueden servir como criaderos de estos insectos. Es muy importante acudir a un centro de salud de inmediato si durante el viaje o al regreso aparecen síntomas. "Todos los que hayan estado en una zona con brote activo de este virus deben consultar al médico ante la presencia de sintomatología, haciendo referencia al viaje realizado", destacó la doctora Delia Enría, directora del Instituto Nacional de Infecciones Virales Humanes (INEVH) "Doctor Julio I. Maiztegui" – ANLIS.

Una patología globalizada

Originaria del África Oriental, esta patología cobró mayor protagonismo a nivel mundial en los últimos 10 años por las epidemias ocurridas en la región del Océano Índico y por su rápida expansión hacia otras regiones tropicales y templadas del planeta. Los brotes autóctonos de Italia y Francia en 2007 estuvieron precedidos por casos de viajeros a zonas en riesgo; las travesías serían también responsables de la introducción del virus al continente americano.

En la actualidad, "el aumento mundial de población en tránsito, con recorridos que cubren grandes distancias y en los que se visitan varias ciudades en períodos cortos de tiempo, constituye uno de los factores más importante en la diseminación e introducción de enfermedades, así como la amplia distribución de vectores que las transmiten, como los mosquitos", aseguró Elmassian.

"La impresión de los expertos regionales es que el virus chikungunya se extendió mucho más de lo que se reportó porque, aunque se tomen las medidas adecuadas para su detección, confirmarlos depende del análisis de laboratorio", afirmó Enria. Hay que tener en cuenta el desplazamiento de personas infectadas que manifiestan esta patología. Estudios serológicos realizados en períodos de brote, demostraron que entre el 3% y el 28% de las personas con anticuerpos para el CHIKV tienen infecciones asintomáticas, y esto representa un riesgo epidemiológico mayor para su diseminación.

¿Cómo deben prepararse los sistemas de salud?

Es importante tener disponibles todos los sistemas de alerta. Roger Nasci, jefe de la División de Enfermedades arbovirales de los CDC, expresó que la llegada de este virus al continente enfatiza los riesgos que representan este y otros patógenos exóticos" y que destacó la importancia de "mantener redes de vigilancia eficaces, laboratorios de diagnóstico y programas de control de mosquitos, tanto en los Estados Unidos y alrededor del mundo".

Por su parte, Enria señaló: "contar con recursos humanos capacitados para investigar la enfermedad y una infraestructura para realizar vigilancia laboratorial será clave para poder determinar el ingreso o no del virus. Este mismo trabajo es el que se viene haciendo en la Red de laboratorios de dengue". De hecho, en Argentina, el Laboratorio de Referencia de Dengue y otros Arbovirus del INEVH realiza desde 2009 diferentes actividades de preparación ante la potencial emergencia de este Arbovirus en nuestro territorio, como el entrenamiento de profesionales y la puesta a punto de las técnicas de diagnóstico de laboratorio.