En la era de la tecnología y las comunicaciones parece casi imposible estar "desconectado", sobre todo cuando se habla de trabajo, en donde el celular es en muchos casos una herramienta más. Pero, ¿los argentinos son capaces de apagarlo?
Según un estudio de la consultora D'Arrens, el 89% no sale de su casa sin su smartphone y el 57 por ciento ni siquiera lo apaga para dormir. ¿Imprescindibles 24 horas?
"Tiene que ver con cubrir una necesidad de conexión. El tema es que cuando uno siente que no puede desconectarse, ya estamos hablando de una adicción. Los trabajos suelen invadir el espacio que no tiene que ver con lo laboral y termina siendo abusivo. Es imposible que una persona esté disponible las 24 horas del día", señala a Infobae la licenciada Diana Sahavaler de Litvinoff, autora de libro El sujeto escondido en la realidad virtual.
"Pero el celular no es el culpable, es sólo un instrumento. Y en exceso, como todo exceso, resta tiempo de placer y de relaciones".
Respecto al vínculo laboral, la licenciada remarca que se encuentra el "temor" a ser un mal empleado si no se está conectado y así se genera un sometimiento y una dependencia.
En ese punto, se dispara otro debate: ¿Por qué no se puede? Oscar Paulucci, miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina, opina: "Hay una gran responsabilidad del empleado. La ilusión de estar hiperconectado para ascender en una carrera o lo que se llama en Estados Unidos ser workaholic. No hay un límite en cuanto al trabajo y al ocio. El ocio es una mala palabra para muchos".
"De esta forma, quedan invadidos los tiempos personales con mails y trabajo en una competencia brutal que le genera al sujeto a su vez, una especie de tranquilizante porque al estar conectado, trabajando, se preserva de exponerse ante una situación, como salir a la vida".
El derecho a desconexión en Europa
Según un informe de la Oficina Alemana para la Seguridad (BAuA), a medida que el trabajo penetra en la esfera de lo privado, las personas sufren más estrés, más agotamiento y disminuye su capacidad para desconectarse.
Según el estudio que contempla los resultados de 23 investigaciones internacionales, refleja que entre 2008 y 2011 aumentaron en un 40% las ausencias médicas por trastornos psíquicos en este país. De allí surgió por iniciativa del sindicato IG Metall, el constructor de automóviles Volkswagen, una "tregua" diaria de recepción de correos electrónicos en los teléfonos profesionales. Los servidores de la empresa ya no envían mensajes a los teléfonos entre las 18:15 y las 7.
La medida, que inicialmente iba destinada a mil asalariados, fue ampliada a 5 mil del total de 255 mil que tiene el grupo en Alemania.El fabricante Daimler, de Mercedes-Benz, lanzó en Navidad un "asistente de ausencia", que borra los mensajes que llegan al correo electrónico de los empleados que así lo deseen durante sus descansos. El sistema notifica al emisor del mensaje de la operación y le indica a quién puede contactar. Por su parte en Francia, un acuerdo sectorial decretó un "derecho a desconectarse" a los ejecutivos de empresas digitales que trabajan sin horarios fijos.
"Las medidas son muy buenas y seguramente colaboren. Mientras tanto, los argentinos podemos comenzar implentándolo cada uno desde casa", concluye Paulucci.